La robótica en España, ¿es una realidad o sigue siendo cosa de ciencia ficción?

Depende de la parcela de la que hablemos, porque la robótica es algo muy amplio. La robótica industrial es una realidad hace años y en servicios hay aplicaciones que están ya muy desarrolladas. Hay otras parcelas que empiezan a ser una realidad en cuanto a transferencia de tecnología, como la rehabilitación médica, teleoperaciones. En cambio, si pensamos en robótica como lo hemos visto en las películas, con máquinas muy similares a seres inteligentes, estamos aún muy lejos, aunque algún día tendremos algo parecido. Uno de los grandes avances es que hemos pasado de una etapa en la que programabas el robot para que hiciera algo a que ahora el robot, a través de diferentes sensores, obtiene información del entorno y reacciona en función de esta información, con unos parámetros de una cierta inteligencia.

¿En qué terrenos son más prometedores los avances en robótica?

Básicamente en el terreno de utilizar a los robots como un esqueleto, como una estructura externa al cuerpo humano para ayudar a quienes tienen alguna discapacidad a tener ciertos movimientos. También son espectaculares los temas de la manipulación. Poder hacer unas prótesis que hagan determinados movimientos controlados con una interfaz con el humano a través del habla o de una conexión nerviosa con el cuerpo. También es prometedora la robótica social, determinadas mascotas que puedan hacer compañía a personas que necesiten atención...

¿Cómo les está afectando la crisis?

La robótica es una tecnología cara a todos los niveles y eso se nota, aunque implantar un robot en una empresa es igual de caro antes que ahora, porque su precio no ha caído en la misma proporción que en otros ámbitos. Sin embargo, la robótica está más madura a nivel de conocimientos, de número de empresas que pueden facilitar servicios, eso hace que se contrarreste. Sin embargo, en el ámbito de servicios, la robótica aún no está lo suficientemente explotada para que los precios bajen y podamos tener todos un robot en nuestra casa. Pero pasará como con los ordenadores, que al principio eran caros, pero luego todo el mundo tuvo uno.

¿Están teniendo que marcharse las jóvenes promesas de la robótica española al extranjero?

Por desgracia sí. En nuestro país ha habido poco desarrollo en robótica. Donde sí ha habido más actividad es en el campo de las aplicaciones, pero a nivel de diseño y fabricación de robots no hemos destacado nunca y las personas que se forman en esto se están teniendo que ir al extranjero, reclamados por países como Francia y Alemania.

¿Cómo se imagina el terreno en el que usted trabaja dentro de 50 años?

Creo que entonces habrá un robot en cada casa, aunque no me atrevería a decir qué funciones realizaría, eso sería muy osado por mi parte. Pero seguro que habrá robots en la mayoría de los hogares, realizando diferentes tareas. El de la limpieza es uno de los terrenos de mayor desarrollo, aunque también está el de ayuda a personas mayores, vigilancia...