La Asociación Alicantina de Afectados por la Ludopatía, Vida Libre, ha atendido este año al doble de jugadores online que el año pasado y, lo que es aún más preocupante, la mitad de ellos empezaron a apostar siendo menores. El aumento del juego en internet entre los adolescentes, sobre todo al póquer y apuestas deportivas, preocupa especialmente al psicólogo y director de Vida Libre, Antonio Castaños, quien considera que «apena dos años después de la pretendida regulación de las apuestas online mediante la Ley del juego, el panorama ha pasado de ser preocupante a resultar verdaderamente alarmante», ya que se trata de una adicción que afecta a dos millones de españoles según los expertos. «En el último año, nos han llegado veinte casos con problemas por el juego en internet y, de ellos, diez son menores o empezaron a jugar cuando lo eran» ha indicado Castaños, quien considera que aunque no es una cifra aparentemente elevada «es sólo la punta del iceberg, porque cuando los afectados o las familias acuden a nosotros o a cualquier especialista a pedir ayuda, es porque llevan arrastrando el problema desde mucho antes».

Los expertos consideran fundamental concienciar a los padres en la necesidad de prevenir el enganche de los niños a las apuestas por lo que, coincidiendo con la conmemoración del Día Nacional Sin Juego de Apuesta, Vida Libre ha organizado el domingo por la mañana en el Palmeral una jornada dirigida a las familias alicantinas «para llamar la atención a los padres respecto a la importancia de jugar con sus hijos utilizando juegos tradicionales y actividades creativas incompatibles con internet». Al tiempo, la asociación está ultimando una guía de prevención dirigida a padres de menores con el objetivo de que entiendan su papel en la prevención de los excesos en el uso de las nuevas tecnologías que puede desembocar en las «amenazantes» apuestas online y su adicción.

Tal como ha señalado el psicólogo experto en adicciones tecnológicas, «somos conscientes de la dificultad de contener la avalancha de juegos de apuesta en nuestro país y la indefensión de los más jóvenes, incluso menores, que presentan síntomas de ludopatía, especialmente con el póquer y apuestas deportivas por internet» a las que muchos chicos se acercan a partir de los 15 ó 16 años.

Se trata de unos juegos «muy adictivos a los que muchos adolescentes acceden desde su domicilio y sin control ya que, aunque está prohibido que los menores apuesten, es algo muy difícil de controlar en internet», señala Castaños, quien añade que «se trata de apuestas vinculadas en muchos casos al deporte lo que aún es más peligroso porque es un mundo muy cercano a los jóvenes».

A Vida Libre y a las asociaciones integradas en la Federación Española de Jugadores de Azar en rehabilitación (FEJAR), les preocupa especialmente «que no se haya regulado la invasión de anuncios, regalando dinero e incitando a jugar en la pantalla del ordenador, exponiendo así a los menores a esta peligrosa conducta». También censuran que durante la emisión de eventos deportivos «se presione» a los espectadores para que apuesten, y temen que se abra paso la posibilidad de situar en Internet las temibles máquinas tragaperras y sobre todo, «que no se haya regulado de manera efectiva, el acceso de los menores a esta peligrosa actividad». Al tiempo, recuerdan que «es evidente que la misión de Hacienda es recaudar y la de las empresas operadoras de juego ganar dinero; no en vano a pesar del descenso en los denominados juegos tradicionales, la cifra de las cantidades jugadas en España es de casi veintiséis mil millones de euros. Anticipándose a tal evolución negativa, las operadoras han logrado que las apuestas online incrementen el gasto un 70% respecto al pasado año». Lo más grave es que casi en igual proporción se ha incrementando el número de ludópatas online atendidos.