«Ha estado bien. Hemos estado en clase una hora más que antes, pero merece la pena porque por la tarde no venimos». En quinto curso de Primaria, la hija de Begoña Cózar salía ayer entusiasmada de clase a las dos de la tarde para no volver. Es una de los 720 alumnos de los colegios Nuestra Señora de la Paz de Alicante y Rajoletes de Sant Joan d'Alacant, que acaban de estrenar la jornada continua escolar este curso de modo experimentaljornada continua escolarmodo experimental, junto a otros dos colegios de la provincia y cinco más en el resto de la Comunidad.

«Todavía es pronto para determinarlo, pero lo que podemos decir es que todos los profesores han destacado el nivel de atención de los niños con la nueva dinámica», explicó la directora del Rajoletes, Nines Bravo. «Lo más importante es valorar con esta experiencia si se cumple uno de los objetivos más importantes, que es mejorar el rendimiento académico», abundó.

Este es precisamente uno de los extremos que más controversia provoca el cambio de horario en los colegios. Desde las federaciones de padres de alumnos descartan que favorezca el rendimiento y en la mano de estos colegios está demostrar lo contrario.

En La Paz y Rajoletes sus 220 y 500 alumnos, respectivamente, empezaron el cambio con «total normalidad», como coincidió también en destacar José Luis López, director del colegio de Alicante, teniendo en cuenta que, además, los escolares vienen de un mes de septiembre en el que han salido a la una de la tarde para irse a casa. «Ha sido como estirar el horario extra de septiembre para el resto del curso, aunque den una hora más de clase», apuntan las mamás que fueron a recoger a sus hijos porque no se quedaban a comer.

Conciliación

En Nuestra Señora de la Paz se quedaron a comer 45 de los 220 matriculados y en Rajoletes, 200 de 500. El resto se fue a casa hasta el día siguiente. «Ahora tendrás que aplicarte con los deberes antes de ir a las extraescolares», recomendaba Begoña a su hija. «Va a ser mucho más descansado para los niños», corroboraban a la puerta de los colegios.

«Sobre todo los de Infantil, que el mío no había quién lo despertara de la siesta para volver por la tarde. Pero también para el resto porque entre unas cosas y otras hasta la noche no se ponían a estudiar», añadía Eugenia.

Otra madre en el Rajoletes asentía: «Los niños terminaban muy agotados y conciliar la vida familiar con el horario antiguo se hacía más complicado. Esperamos que esta experiencia sea definitiva». Los padres de 60 alumnos de este centro solicitaron recogerlos a las 15.30 horas, después de comer, y el resto, 140 escolares, a las 17.00, tras las actividades extraescolares gratuitas. La directora aseguró que han dado la oportunidad a los padres de ir modificando la hora de salida en función de las necesidades, ya que, dijo, el objetivo es lograr «la mayor conciliación».

«Nos pilla un poco de novatas», añade Maribel mientras recoge a su hijo de Infantil en Alicante, «pero de entrada no tienes que estar todo el día pendiente de venir a por ellos. Yo me voy a ahorrar ocho viajes diarios» porque no utiliza el comedor y hasta ahora lo recogía a las 12.30 horas, lo devolvía a las 15,30 horas, y de nuevo a las 17.00 horas para llevárselo a casa.

De los 45 que se quedan al comedor, 32 han logrado una beca de comedor completa en La Paz «más que el curso pasado, parece que han mirado más por la gente necesitada», precisó el director.