Infrafinanciados, los más endeudados de España en relación al Producto Interior Bruto (PIB) y ahora, de nuevo, discriminados por el Gobierno central de manera manifiesta. La Comunidad Valenciana, en general, y Alicante, muy en particular, han vuelto a salir muy mal paradas de los Presupuestos Generales del Estado para 2014. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, certificó ayer en el Congreso los peores augurios y presentó unas cuentas que recortan un 15,8% la inversión en la provincia y un 8,1% en el conjunto de la autonomía. De los 659 millones de este año para toda la Comunidad se pasará a los 605,8 del próximo: 54 menos.

El problema ya no sólo radica en ese descenso. Otro más, por cierto. El Gobierno central está presionado por Bruselas y debe cumplir unos objetivos de déficit al finalizar el ejercicio que no le permiten demasiados excesos en sus cuentas. Más bien, todo lo contrario. Debe primar la austeridad. El inconveniente, no obstante, estriba en que llueve sobre mojado. Año tras año, la Comunidad Valenciana y la provincia de Alicante asisten impotentes e impasibles al reparto de inversiones que hace el Estado.

Los datos de Alicante hablan por si solos. Pese a ser la cuarta demarcación provincial en número de habitantes, el Ejecutivo central "sólo" invertirá 215,8 millones el próximo año en sus comarcas. Se trata de la cifra más baja de la última década y es 40,5 millones inferior a la presupuestada para 2013. El tijeretazo, por tanto, alcanza el 15,8%. Prácticamente el doble que el recorte para la Comunidad y también para la media de España, cifrado este último en el 8,4%.

Las cifras de Valencia son similares a las de Alicante, con una caída del gasto de 51,8 millones. Se pasa de 292 a 240,2, un 17,7% menos. Castellón, por el contrario, es la única provincia en la que aumentarán las inversiones del Estado. La demarcación de la que procede Alberto Fabra "gana" 37,4 millones al pasar de los 105,3 millones de 2013 a los 142,7 del próximo ejercicio. La asignación aumenta un 35,5% por el impacto de la llegada del AVE. En total, 598,7 millones a los que se deben sumar otros 7,1 que afectan a más de una provincia.

Hay más evidencias del maltrato hacia la Comunidad. El Gobierno central destinará el 6,2% del total de sus inversiones en tierras valencianas a pesar de que su PIB y su peso poblacional es del 10,8% de todo el país. Es decir, los ciudadanos de Alicante, Valencia y Castellón recibirán un 40% menos de inversiones de las que le corresponderían. Esta discriminación no es nueva. Se da también, y de manera muy evidente, con la financiación.

Pese a que Fabra reitera semana tras semana que el Ejecutivo es consciente de ese expolio a la hora de confeccionar sus cuentas no ha tenido en cuenta la reivindicación. En 2014 se mantendrán las inversiones en el 6,2% respecto al total del presupuesto porcentaje idéntico al de 2013 y la Comunidad, pese a ser la cuarta autonomía en población, será la sexta que más fondos reciba. La superan Andalucía (1.697,74 millones), Castilla y León (1.399,47), Galicia (1.353,82), Cataluña (944,42) y Madrid (909 millones).

Con estos datos en la mano, ¿qué peso tiene Alberto Fabra en Madrid? La oposición lo tiene claro. "Ninguno", señalaron ayer PSPV, Compromís y EUPV. Pese a que el jefe del Consell se reunió la pasada semana con Montoro y le hizo ver la discriminación hacia los valencianos, el Gobierno ha vuelto a dar la espalda a la Comunidad en materia de inversiones. Aquí también llueve sobre mojado. Todavía queda cerca el tercer aplazamiento que solicitó el PPCV para reformar el Estatuto en el Congreso y blindar así inversiones para las tres provincias.

Fabra no se quiso enfrentar a Rajoy. Sabía que tenía la batalla perdida. Y ayer, con la presentación de los presupuestos, volvió a quedar patente que hoy por hoy, la Comunidad sigue marginada.