­La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, delegará la firma y sus poderes temporalmente al vicealcalde, Andrés Llorens, por prescripción médica, según informaron ayer fuentes municipales. Castedo se encuentra embarazada de dos meses y los facultativos que la atienden consideran que debe mantener durante un tiempo al menos reposo absoluto.

La alcaldesa, que también es diputada autonómica, registrará esta misma semana en las Cortes Valencianas un escrito en el que explica su situación para justificar posibles ausencias. De la misma manera, delegará la firma en el Ayuntamiento en el «número dos» de su equipo, Andrés Llorens, que ejercerá las funciones por espacio de varias semanas. El tiempo total en que la alcaldesa se mantendrá apartada de la vida pública no ha sido especificado. Los médicos querrían que fuera al menos seis semanas, pero la alcaldesa en principio no quiere estar más de medio mes alejada de sus funciones.

Castedo, que cumplirá en diciembre 42 años de edad, tiene una hija de 12 años, y nunca ha ocultado su deseo de volver a ser madre. Sin embargo, hasta aquí ha tenido tres embarazos que se han malogrado. Precisamente por ello, los médicos que le atienden consideran necesario un tiempo de reposo absoluto entre el segundo y el tercer mes de gestación, que es el período en el que en las anteriores ocasiones se produjeron los abortos.

La baja médica de Castedo le impedirá acudir a los actos programados con motivo del Día de la Comunidad, el próximo 9 de octubre. Tampoco asistirá a las celebraciones del 12 de octubre, donde se homenajea a los cuerpos y fuerzas de seguridad. No está claro, sin embargo, si presidirá el pleno municipal ordinario que la Corporación debe desarrollar a final de mes. Si sigue las prescripciones médicas al pie de la letra no asistiría, lo que no crearía problemas al PP dada la amplia mayoría con que cuenta en el Consistorio, pero fuentes municipales no concretaron nada al respecto.

En todo caso, la recomendación médica es que permanezca lo más distanciada posible tanto de la gestión municipal como de la dinámica política, al menos durante el plazo que se ha marcado como «crítico» por los facultativos que la atienden.

Por el hecho de ser la primera mujer que ostenta la Alcaldía de Alicante en toda su historia, el caso de Castedo ya es único, puesto que obviamente no se había producido antes una baja temporal por motivos de gestación. Pero aún así, tampoco por otras raz0nes había ocurrido jamás que un alcalde en ejercicio delegara sus funciones durante un tiempo prolongado, salvo por salidas fuera de España o por vacaciones.

El embarazo coge a Castedo en un momento de gran confusión política. De una parte, esperando las resoluciones que dicte el instructor del llamado «caso Brugal« en el Tribunal Superior de Justicia, ante el que está imputada. De otro, cuando el vicepresidente del Consell y presidente del PP en la provincia, José Ciscar, acaba de declarar que es «la mejor candidata» que el PP puede presentar en Alicante.