¿Por qué se dice que tiene tanto futuro la mediación?

Me apasiona resolver los conflictos de forma pacífica y es verdad que está muy en boga porque la administración lo ve como solución a los problemas de Justicia, ya que los juzgados están atascados y Gallardón se ha dicho: «La mediación me va a resolver este panorama». Los mediadores pensamos que, además, tiene muchas ventajas porque es más rápido que el proceso judicial, es absolutamente confidencial, sin la publicidad judicial y, lo más importante, que preserva las relaciones. Ahora mismo, aunque ganes un juicio pierdes la relación con la otra parte, mientras que la mediación va buscando el acuerdo por los aspectos comunes y la cesión de ambos y todos ganan.

Parece algo perfecto.

Es que la mediación promueve un cambio de cultura. Es la cultura de la paz, entre tanto conflicto, y la responsabilidad de resolver frente a la sentencia judicial.

Es que, además, ahora se cobran tasas por ir a juicio.

Todo va encaminado a lo mismo, a desatascar los juzgados.

¿Pero todo lo puede resolver la mediación?

Todo absolutamente, no. Hay requisitos para que la mediación sea posible. Tiene que haber equilibrio de poder entre las partes. No puede ser que haya miedo de una parte frente a la otra, o que haya una situación de poder. En Alicante tenemos la ventaja de que las juezas de familia nos derivan los casos que previamente valoran que son factibles porque ambas partes están equilibradas. Es el primer filtro.

¿Se percibe de antemano que se llegará a un acuerdo ?

Una de las técnicas más importantes del mediador consiste en restablecer ese equilibrio de poder entre las partes, pero, además, tiene que haber mentalidad de colaboración y de ceder, porque si no, no hay intercambio. Hay personas a las que no les interesa la mediación.

¿La crisis que nos envuelve favorece la mediación o al revés?

Todavía en España no podemos calibrar si somos propensos a mediar porque los casos llegan derivados del juzgado, aunque es voluntaria. Pero en mi despacho sí que veo que cada vez viene más gente, no quieren gastarse en juicios o que se sepa nada de su caso. Es verdad que va a llegar sí o sí porque se apoya desde arriba y será impuesta por directiva europea. Solo falta que la sociedad se conciencie de su efectividad.

¿Cual es la tasa de éxito?

El 80% de los casos de mediación terminan en un acuerdo. Es fundamental porque evita todo el proceso judicial, con las consecuencias negativas que tiene.

¿Cómo surge lo de crear una escuela para preparar mediadores?

Soy muy emprendedora y en cuanto han crecido mis hijos, me he lanzado. Hacen falta ganas e ilusión, porque de momento no hace falta una gran inversión. Los contactos me han costado mucho y fundamentalmente soy enseñante porque llevo muchos años en Cruz Roja dando formación y talleres de habilidades sociales.

¿La formación será oficial?

Totalmente. Cursos de hasta 230 horas por acuerdo con la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. En la escuela hay otro enseñante, José Antonio Veiga, director de postgrado de mediación en Valladolid. Además, en la medicación es esencial la psicología y todo será presencial.