­Más de 4.000 personas se han quedado sin plaza este curso para empezar alguno de los módulos de Formación Profesional que imparten un centenar de institutos en la provincia, engrosando las listas de espera más abultadas de la historia. El atractivo de las prácticas en empresas que posteriormente contratan a estos alumnos antes que a alguien a quien no conocen de antemano, unido a la ausencia de salidas laborales incluso para titulados universitarios, disparado una demanda que empieza a resultar imparable.

A su vez, programas de televisión con una gran audiencia como el de Master chef, han orientado a numerosos estudiantes hacia los módulos profesionales de restauración y panadería que ofertan los IES Miguel Hernández y Virgen del Remedio de Alicante o los de Santa Pola y Benidorm. El IES Virgen del Remedio, con 360 plazas, tiene una lista de espera que casi iguala el total de su oferta con 276 aspirantes. Solo en el ciclo de Panadería tiene 129 en espera, y Dirección de Cocina y de servicios de Restauración del Miguel Hernández ha dejado a 60 fuera: "El espacio ocupacional del CDT tampoco nos permite ampliar la matrícula y la Conselleria de Educación también tiene en cuenta que no se sature el mercado", subraya la directora, Carmen Miralles.

La media de estudiantes que se han quedado fuera este año es de medio centenar por ciclo en cada uno de los institutos, generalmente en los módulos superiores.

Semipresencial

Los ciclos semipresenciales, que facilitan combinar las clases con trabajos eventuales o por horas, se han convertido en la estrella de este año. Entre los más demandados, el de Desarrollo de aplicaciones web del IES Mare Nostrum, el centro con más plazas de FP (1.080) en la ciudad de Alicante y tercero de la provincia; o los de Educación Infantil del Figueras Pacheco, que oferta 810 plazas. "En Robótica y Sistemas de Comunicaciones informáticas hay overbooking de personas que quieren mejorar su formación", señalan desde el IES Cavanilles.

En IES Batoi de Alcoy se lleva la palma con 1.590 plazas ya cubiertas, como las 1.410 del Canastell de San Vicente del Raspeig, cuyo director, Carlos Navas, explica que la subida de la ratio por aula ha permitido absorber más matrícula que años anteriores sin ampliar grupos, aunque siguen quedándose sin atender miles de solicitudes, como el más de medio centenar sin plaza para el ciclo de Actividades Físicas y del Deporte del IES 8 de Marzo o para Asesoría e Imagen del IES El Pla.

"Son muchos los que aguantan en su puesto de trabajo pese al escaso sueldo que reciben, pero que quieren potenciar su formación y que pueden acomodar las prácticas en empresas a sus horarios gracias al régimen semipresencial, de ahí la avalancha de este año", añaden desde el IES Cavanilles, uno de los que más plazas (900) oferta también en la provincia. Aquí "ya hemos tocado techo", subrayan.

Desengaño

Las secretarías de los institutos se han visto igualmente saturadas por la "avalancha de solicitudes de certificaciones académicas del antiguo bachillerato", con la intención de poder presentar la credencial para apuntarse en algún ciclo de FP. Pero quienes la han pedido se han llevado el consiguiente desengaño: no es equivalente al graduado escolar, hace falta el COU. En los institutos se les ha recomendado que no se apunten a Bachillerato otra vez porque la nueva ley Wert va a incluir esta equivalencia académica.