La agricultura pide paso. Con más de mil millones de euros facturados por sus exportaciones en 2012, y un crecimiento de las ventas al exterior del 15% en los siete primeros meses de este año, el sector primario de la economía provincial se ha convertido, junto al turismo, en una de las actividades que mejor aguanta la crisis generando, además, empleo. Según el ránking del Instituto de Comercio Exterior, la agricultura es el segundo sector exportador de la provincia tras el calzado con un crecimiento sostenido desde 2009, justo cuando la provincia comenzó a sentir con mayor crueldad el derrumbe de la construcción.

Hoy, muchos de los trabajadores que dejaron la huerta por el andamio tratan de volver al campo. Unos con más suerte que otros porque los puestos están cubiertos por los trabajadores que se quedaron, y muchos por emigrantes que, en los días de las vacas gordas, se convirtieron en la única mano de obra que quería tostarse al sol. Pese a todo, la agricultura sigue con su gran problema estructural: la falta de agua en calidad y cantidad, y de nuevo vive pendiente de la amenaza que representa el nuevo plan hidrológico del Tajo para el trasvase al Segura.

La facturación de la exportación de la agricultura valenciana ha aumentado este año un 15% con un total de 1.923 millones de euros y 2,2 millones de toneladas, entre enero y julio de este año. En total, la Comunidad Valenciana mueve al año 3.300 millones de euros siendo las naranjas, limones, pimiento, tomate, lechuga, sandías y uva de mesa, los productos más demandados en Europa, según Fepex, la Federación Española de Empresas Exportadoras de Frutas y Verduras. Un 33% de la facturación corresponde a la provincia de Alicante donde 116.029 familias trabajan directamente en el sector hortofrutícola y, por ende, dependen del agua que llega todos los años desde el Tajo, cuyo trasvase está hoy en entredicho por el movimiento dado por el Ministerio de Agricultura, con el apoyo de la presidenta de Castilla-La Mancha y mano derecha de Rajoy, María Dolores de Cospedal, para elevar la reserva de agua en la cabecera del río hasta los 400 hm3. Una línea roja que, según la Universidad de Alicante, acabaría con el sector económico alicantino que, junto al turismo, mejor ha aguantado la crisis, a pesar incluso de la fuerte tensión de los precios.

Este es el escenario de un sector eminentemente exportador -más de 1.000 millones de euros al año- que tradicionalmente ha estado abandonado y olvidado por la Administración pese a ser capital. En estos momentos es clave debido a su importancia como exportador y la demanda de los productos alicantinos en toda Europa.

Pese a ello y con la tiranía de los precios apretando, los regantes se encuentran ahora, además, con la firme decisión del Gobierno del PP de poner en marcha las desaladoras que criminalizó en la oposición y para las que, paradójicamente, firmó un crédito de 500 millones con el Banco Europeo de Inversiones en 2012. Ahora mismo, los agricultores pagan el agua del Tajo a 0,09 euros el metro cúbico, mientras que la desalada se ofrece a 0,36 euros, precio imposible par el campo y, además, difícil de creer, según los cálculos de Antonio Rico, catedrático de Análisis Geográfico Regional, experto en gestión de recursos hídricos y miembro de la Mesa Provincial del Agua.

Alicante se juega más de mil millones de euros al año (casi 167.000 millones de las antiguas pesetas) si al final se impone la tesis de Castilla-La Mancha y Madrid, y se eleva la reserva de agua en el Tajo a partir de la cual no se enviará caudal a Alicante por el trasvase Tajo-Segura. El agua del Tajo es irrenunciable y no se puede sustituir por la desalada, ocho veces más cara. En este sentido, un informe realizado por los técnicos de la organización agraria Asaja-Alicante (integrada en Coepa), advierte de que los recortes que plantea el Ministerio de Agricultura en el Tajo-Segura, al elevar hasta los 400 hm3 la reserva de agua en los embalses de Entrepeñas y Buendía, acabaría con un de los sectores que mejor aguanta la crisis como es el sector agroalimentario.

Mercado exterior

En concreto, Alicante exporta todos los meses a Europa, norte de África e incluso Senegal toneladas de frutas y verduras, cereales, azúcar, café, cacao, carne, lácteos, huevos, carne, semillas y frutos oleaginosos, piensos y hasta tabaco, imposibles de producir sin el agua del Tajo. La facturación mensual de la exportaciones oscila entre los 85 y los 90 millones de euros. La demanda es tal que hay empresas alicantinas que, incluso, se preparan ya para producir en países como Senegal, tras años de relación comercial y donde todos los meses llegan contenedores con zanahoria alicantinas que salen por el puerto de Cádiz.

En este sentido, el catedrático Antonio Rico apunta que «si bien los datos oficiales sobre exportación de hortalizas y frutas son, a veces, menores en Alicante, la realidad es que la capacidad exportadora de los productores alicantinos es mucho mayor, porque mucha mercancía sale por Valencia cuando en realidad se produce en Alicante».

En el primer semestre de 2013, el valor de la exportación de hortalizas en España aumentó un 15%, situándose en 2.716 millones de euros, siendo el tomate el principal producto exportado con 636 millones de euros (+8%), seguido del pimiento con 442 millones de euros (+18%) y la lechuga con 374 millones de euros (+2%). En volumen, la exportación total de hortalizas creció un 9%, situándose en 2,7 millones de toneladas.

Las frutas crecieron un 11%, totalizando 3.249 millones de euros. Destaca el crecimiento de la exportación de nectarina y melocotón con crecimientos del 29% y 30%, totalizando 175 millones de euros y 124 millones de euros respectivamente. También registraron notables incrementos la sandía (+17%), con 118 millones de euros, y el melón (+7%), con 127 millones de euros. En el lado contrario cabe destacar los retrocesos observados en fresa, que sigue siendo una de las principales frutas exportadas pero registró un descenso en el semestre de 9% totalizando 435 millones de euros, cereza y ciruela, como consecuencia principal, en los tres casos, de una climatología especialmente adversa.

La UE sigue siendo el principal destino de la exportación de la provincia y de España, con el 82% del total, siendo Alemania el principal país receptor, seguida de Francia, Reino Unido y Países Bajos, que registraron fuertes incrementos.

Ladrillo

Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia son las principales comunidades autónomas exportadoras. El valor de la exportación de frutas y hortalizas de Andalucía en el primer semestre de 2013 totalizó 2.323 millones de euros, con un incremento del 9% con relación al mismo periodo de 2012; Comunidad Valenciana exportó por valor de 1.923 millones de euros (+15%) y Murcia por valor de 1.149 millones de euros (+21%). En volumen la exportación de Andalucía fue de 2 millones de toneladas (+6%), la de Comunidad Valenciana ascendió a 2,2 millones de toneladas (+5%) y Murcia 1,2 millones de toneladas (+8%).

El valor de la importación en el primer semestre de 2013 también aumentó fuertemente con relación al mismo periodo de 2012, un 27%, totalizando 869,5 millones de euros, mientras que el volumen se incrementó en menor medida, un 2%, totalizando 1,2 millones de toneladas, poniendo en evidencia la fortaleza de la demanda interna en este sector. La patata es el principal producto importado por España, con un 118% más y totalizando 153 millones de euros, manteniendo los fuertes crecimientos de los últimos meses. Tras la patata figuran la manzana con 125 millones de euros (+39%) y el kiwi con 68 millones de euros (+7%).

Para Fepex, el comportamiento de la exportación hortofrutícola pone en evidencia su carácter estratégico para la agricultura y la exportación española. El mantenimiento de la evolución positiva de la exportación requiere, según esta organización, medidas importantes como una reforma del régimen específico de frutas y hortalizas que mejore su eficacia, tanto en el ámbito de la gestión de crisis como de los programas y fondos operativos. Con relación a la reforma de la PAC, Fepex considera que su aplicación en España debe respetar tres principios: no discriminación entre agricultores que desarrollan la misma actividad, no distorsión de la competencia y proporcionalidad.

Los datos han armado de moral a los regantes alicantinos. Ángel Urbina, portavoz en la provincia del Sindicato Central lo tiene claro. «Estamos negociando con el Gobierno pero Arias Cañete debe tener claro que no vamos a permitir que el PP nos machaque como nos machacó el PSOE». De momento, el vicepresidente Císcar está con los regantes y el Consell ha alegado contra el plan del Tajo.