¿Cuándo llegó a la hoguera?

En 1988. Estaba con mi familia en Florida Portazgo, donde mi hermana salió de Bellea del Foc, y me fui al Puerto porque me buscaron para ser belleza. Me recibieron muy bien, me adapté desde el principio, me puse a vender lotería y me quedé.

Y fue Dama del Foc...

En 1988 tenía 19 años y vivía la Fiesta desde dentro. Seguí en la hoguera como cualquier festera y en 1992 no encontraban belleza. Me propusieron salir otra vez, y en principio no quería. Me ayudaron con el traje de noche y me convencieron. Lo que son las situaciones de la vida, me presenté para cubrir el expediente y me eligieron Dama del Foc.

¿Cómo fue aquel año?

Muy intenso en todos los sentidos y me enriqueció mucho a nivel personal. Echaba de menos a mi comisión pero estaba representando a Alicante y tengo grandes recuerdos de mis compañeras. Íbamos siempre en la comitiva con Conrado Albaladejo, que presidía la Gestora, y con Ángel Luna. Tras 21 años, sigo teniendo muy buena relación con Alicia Crevillén, que fue la Bellea aquel año, y con Ana, Vivian, y María del Mar, las otras damas.

Después fue presidenta...

Fue presidenta tres años, desde 1996 a 1999, cuando ganamos el premio Especial. Eso fue maravilloso. Luego estuve dos legislaturas con José Manuel Lledó en la Gestora y opté a la presidencia, una experiencia muy buena aunque el resultado no fuera el esperado. Conocí a muchas personas y formas distintas de organizar la Fiesta.

¿Y ahora?

Vuelvo a ser presidenta de mi hoguera y estoy muy centrada en ella para sacarla adelante y que vaya un poco mejor. Bajarla de categoría no fue una buena noticia pero nos tuvimos que adaptar a lo que hay. Ese es el espíritu de la Fiesta, adaptarse en lo económico y vivirlo intensamente, con los pies en el suelo. Tan digna es una hoguera Especial como una de Primera o de Sexta. Lo importante es que las personas estén a gusto y que cada vez seamos más socios, pero realistas y responsables.