a consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, es una metepatas. A riesgo de parecer maleducada, con el diccionario de la Lengua en la mano, no encuentro otro sustantivo posible. La buena de la consellera preside una reunión en el aeropuerto de Alicante-Elche (como le priva decir a la alcaldesa ilicitana, Mercedes Alonso) y ante la decisión del Ministerio de Fomento de eliminar el enlace por tren a la infraestructura aeroportuaria no se le ocurre otra cosa que asegurar que es que no es necesario. ¿Cóóóómo? Estaban presentes empresarios de la provincia, el vicealcalde de Alicante, Andrés Llorens; y la primera edil de Elche. Optaron todos por callar. ¡¿Qué no hace falta conectar el aeropuerto con el tren?! Teniendo en cuenta que la gran paradoja provincial es que la parada del tren de alta velocidad no esté en el aeropuerto de El Altet, huelga decir a estas alturas lo importante que es conectarlo con la red ferroviaria, sobre todo teniendo en cuenta el volumen de pasajeros, nueve millones y medio cuando acabe este año, y que se trata del aeropuerto que más cree en pasaje de toda España. Si se tratara del aeropuerto de Manises quizá la consellera Bonig estaría más enterada sobre una cuestión estratégica y no habría sido tan displicente. A ver si la que no es necesaria es ella.