La reactivación del barrio de Carolinas Bajas, actualmente envejecido, para darle una nueva imagen y transformar este amplio distrito a niveles social, cultural, económico y medioambiental con recursos low cost es el objetivo de uno de los trece proyectos para mejorar la ciudad diseñados por estudiantes del último curso de Arquitectura en la Universidad de Alicante que se exponen en el edificio de El Claustro, en el Casco Antiguo, y que se presentaron ayer con presencia de profesores y alumnos.

Con una mirada crítica hacia las políticas municipales, los participantes en la iniciativa, bautizada «Watch. We are the city heroes», intentan proponer alternativas de gestión de las partidas presupuestarias para producir mayores beneficios con menor gasto.

En esta línea está el proyecto de Javier Campoy sobre las rotondas de Alicante, en el que critica que los ciudadanos no podemos acceder al 35% de estos espacios pese a que el coste del mantenimiento de cada metro cuadrado de césped se eleva a doce euros. Su trabajo revela que «en Alicante hay muchas rotondas desaprovechadas. Suman una gran superficie de zonas verdes sin utilidad con un importante gasto de mantenimiento». Para rebajar esos costes propone un sistema de pequeñas depuradoras en cada rotonda para abastecerlas de agua y ahorrar en riego. «El sistema se autofinancia porque produce agua depurada un 80% más barata», señala.

Cristian García propone realzar la línea 2 del TRAM con plantas autóctonas que requieran poco riego para mejorar la imagen de todo el trazado y recuperar el espacio para el vecindario, lo que requeriría invertir 52.000 euros en tres años.

Por su parte, Aida Mas apuesta por unificar la imagen del pequeño comercio vinculando la decoración interna y externa con estrategias low cost como sería la instalación de toldos amarillos acordes con el sol de la Costa Blanca. Tanto el concejal de Imagen Urbana, Adrián Santos, como la edil de Comercio, Belén González, valoraron lo mucho que estas ideas pueden aportar para mejorar la ciudad. «Es un lujo que no podemos dejar en un cajón», dijeron.