El gasto sanitario por habitante en la Comunidad Valenciana alcanza los 965 euros en el presente ejercicio, confirmándose como la inversión per cápita más baja de todo el territorio nacional.

Así lo confirma la edición 2013 del «Informe sobre el estado de los servicios sanitarios», un documento que confecciona la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Integrada por especialistas médicos de toda España y fundada en 1997, la entidad analiza el desembolso sanitario y la calidad de los servicios prestados en cada una de las 17 autonomías desde 2004.

El trabajo confirma que el dispendio público destinado a los cuidados médicos de los ciudadanos de Valencia, Castellón y Alicante baja por segundo año consecutivo del umbral de los mil euros. Solo Andalucía -autonomía mucho más poblada- se sitúa también por debajo de dicho límite, con 999 euros por ciudadano. La siguiente en el furgón de cola es la comunidad de Madrid -cuya densidad de población aún es mayor-, con 1.094 euros por habitante al año.

La FADSP cuantifica el gasto sanitario dividiendo el presupuesto anual destinado a Sanidad por el número de personas atendidas. Este capítulo alcanzó los 1.134 euros en la Comunidad Valenciana en 2008, cuando comenzaron a notarse los primeros indicios de una crisis que ya dura cinco años. Un año después, descendió hasta los 1.125 euros por habitante, por 1.122 euros en 2010. La mayor disminución se dio en el ejercicio 2011 -el desembolso sanitario por residente fue de 1.078 euros-, mientras que el año pasado la inversión se cifró en 974 euros por ciudadano.

Así, la depreciación sufrida en el gasto sanitario per cápita durante la crisis supera los 169 euros. Teniendo en cuenta que la población oficial de la Comunidad Valenciana en los últimos cinco años ha rondado los 4,9 millones de habitantes, la Generalitat ha recortado su gasto sanitario en 828,1 millones de euros durante la crisis.

«Interés de los gobernantes»

Los autores de la edición 2013 del estudio defienden que «es evidente que la política de recortes ha afectado a todas las comunidades autónomas, pero a unas más que otras, dependiendo del interés de sus gobernantes por preservar la Sanidad Pública, existiendo algunos que han hecho una política menos agresiva contra sus sistemas sanitarios». La sanidad pública valenciana ha ocupado el último puesto en la clasificación anual elaborada por la FSADP durante los últimos siete años. En la edición 2013, los servicios prestados en Castellón, Valencia y Alicante reciben una puntuación de 30 (dentro de una horquilla de un máximo de 78 y un mínimo de 19). Todo apunta a que el Consell no se encuentra dentro del grupo de administraciones que han ejecutado las mencionadas «políticas menos agresivas».

El Síndic insta a «extremar la diligencia»

El Síndic de Greuges ha instado a la Conselleria de Sanidad a «extremar al máximo la diligencia en el ámbito de la atención sanitaria de urgencias y emergencias, en pro de garantizar una protección integral de la salud mediante la adopción de las medidas organizativas oportunas, cumpliendo así con el principio de eficacia constitucionalmente reconocido». El defensor del pueblo realiza esta sugerencia en una recomendación surgida a raíz de la queja presentada por un grupo de personas sobre «la eliminación de 6 unidades de Soporte Vital Básico, tanto de Valencia como del resto de la provincia, y el helicóptero medicalizado».

También reprocharon que «pasan de 24 a 12 las horas de servicio de 8 unidades de Soporte Vital Básico y se recorta en dos horas el horario de tres unidades SAMU». La Conselleria de Sanidad contestó al Síndic que este departamento «con el fin de racionalizar los servicios y recursos de emergencias extrahospitalarias ha realizado un exhaustivo análisis de la actividad de los recursos de atención a las urgencias y las emergencias en todo el ámbito de la Comunidad». EUROPA PRESS