El conocimiento ya no es suficiente y lo que la investigación educativa de última hora persigue es «transformar», de ahí que las nuevas tecnologías se conviertan en clave para la labor docente de nuestros días. «Necesitamos integrar las nuevas tecnologías en la formación docente e incidir en su aplicación real, frente a viejos hábitos en el aula. Hay que saber hacerlo porque algunos creen que se trata de proyectar un power point, pero no es eso».

La presidenta del XVI Congreso nacional y II internacional sobre investigación e innovación educativa, que acoge esta semana la Universidad de Alicante a profesionales de todo el mundo, especifica que «hay que preparar las clases de otra manera, dar oportunidad a los alumnos para que hagan proyectos y recurran a la búsqueda de fuentes a través de internet».

El lema del congreso, una pedagogía distinta para capacidades distintas, entronca con la «pedagogía de la diferencia: desvincularse de la forma tradicional de una enseñanza igual para todos, que no considera la individualidad y las capacidades y habilidades de cada alumno».

Los expertos pusieron ayer énfasis en que lo global o lo internacional no es más importante que lo local o lo individual para dar salidas y alternativas a los problemas educativos: «Consiste en tener en cuenta qué alumnado tenemos y sus necesidades concretas».

El uso de las nuevas tecnologías se considera básico para renovar la metodología docente, e implica la descentralización y la autonomía docente que ya c0ntempla la actual normativa, «pero a nivel muy teórico», se lamentan.

«No estamos formando adecuadamente a los profesores añaden. «Aunque el conocimiento de las tecnologías es aceptable, no así su uso», destaca una de las ponencias. Son las TIC las que «permiten adecuar distintos estilos de aprendizaje y potencian las habilidades cognitivas del alumno, pero hay que incluir actividades guiadas en el aula».