La nueva contrata de limpieza y recogida de residuos, adjudicada en julio a una unión de empresas participada por Enrique Ortiz, entró ayer en vigor, casi un año después de que caducara la anterior. El nuevo servicio contempla un recorte en el barrido de las calles de los barrios y en el baldeo de la ciudad con respecto a lo que se contemplaba en el pliego del contrato anterior. Sin embargo, la situación debería mejorar con respecto a los últimos meses, cuando algunos barrios de la ciudad han visto cómo la limpieza de sus calles se reducía drásticamente para desviar medios a las zonas de playa.

Ahora, la adjudicataria tiene obligación de cumplir, al menos, con lo que establece el pliego. Un documento que, tal y como ha venido publicando este diario, reduce a la mitad las frecuencias del barrido en los barrios de 304 días al año que se fijaron en el año 2000 se pasa a 156 y también introduce reducciones en el centro. En cuanto a los baldeos, los recortes llegan a zonas como la Explanada -que se limpiará a diario, pero con menor intensidad y otros paseos de la ciudad.

Unos recortes que, según el concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens, son fruto de la reducción del importe global de la contrata. «Las arcas municipales se ahorrarán en torno a 12 millones al año», apuntó el edil, quien recordó que el coste medio anual estará en torno a los 35 millones de euros, «frente a los 48 millones que se venían pagando hasta ahora con los servicios extraordinarios». Pese a admitir la reducción de frecuencias de barrido con la nueva contrata, Llorens reitera que «la calidad se mantendrá con una reorganización del servicio de modo que se ajuste la intensidad de los barridos y baldeos a la frecuencia de uso de las calles».

El concejal del PP insistió en que la reducción de barridos y baldeos será «imperceptible» para los ciudadanos porque desde que a finales de septiembre de 2012 caducó la anterior contrata, se vienen realizando los servicios que se contemplan en el nuevo pliego de condiciones con un coste menor, ajustado a lo que se contempla en la contrata nueva.

Sin embargo, los vecinos sí han venido notando en los últimos meses una reducción bastante drástica de la limpieza en sus barrios. Al respecto de esto último, desde Atención Urbana atribuyen esta merma a que se han visto obligados a desviar personal de limpieza de los barrios a la zona de playas por la falta de presupuesto para reforzar los servicios de verano en la zona costera y áreas de botellón. Desde la concejalía sostienen que el personal regresará a los barrios a partir de ahora para cumplir con los niveles de limpieza establecidos en el nuevo pliego y apuntaron que las necesidades en la zona de playas se han reducido con respecto a agosto, teniendo en cuenta la marcha de numerosos turistas.

Tal fue el deterioro de la imagen de Alicante y las quejas vecinales durante el verano ayer mismo seguían viéndose bolsas de basura fuera de las papeleras en plena playa que el Ayuntamiento se vio forzado a final de julio a ampliar el personal de limpieza con 25 operarios más que, según Atención Urbana, se mantendrán en la plantilla con la nueva contrata.

Aunque el personal será el mismo y el coste mensual de la nueva contrata similar al de los últimos meses entorno a 2,6 millones de euros por mes, desde Atención Urbana sostienen que el nivel de limpieza mejorará en la ciudad con respecto a los últimos meses, teniendo en cuenta que la adjudicataria deberá cumplir con lo que establece el pliego y asumir servicios que, hasta ahora, tenían la consideración de extraordinarios y se pagaban aparte. Se trata de servicios como, por ejemplo, la limpieza de los restos de botellón. De esta forma, Llorens garantizó que la limpieza volverá a los niveles de antes del verano.