­Más que de crisis del ladrillo, habría que hablar de hundimiento total del sector de la construcción de viviendas en la ciudad de Alicante ya que en el primer semestre de este año el Ayuntamiento sólo ha concedido licencia para levantar 11 casas, en su mayoría unifamiliares. Es una cifra sin precedentes no sólo durante la crisis sino en las estadísticas de los últimos 50 años.

La situación es dramática en el sector de la construcción en la ciudad. Las cifras así lo reflejan ya que estamos hablando de uno de los sectores tradicionalmente más pujantes de la ciudad. Baste decir que en 2007, hace apenas seis años, se concedieron licencia para 4.165 viviendas, que generaron varias decenas de miles de empleos.

A medida que se fue acentuando la crisis las cifras de licencias fueron mermando y ya en 2009 se redujeron a 815 viviendas, número que todavía se hundió aún mas cuando en 2010 apenas llegaron a 292. En 2012 ya se consideró que la crisis del sector había tocado fondo porque el numero de autorizaciones municipales era de 279, muy similar al de 2010. Sin embargo, los datos del primer semestre de 2013 rompen todas las estadísticas y no resiste ninguna comparación, hasta el punto de que estamos hablando de los niveles más bajos en materia de edificación de viviendas en la ciudad desde hace más de 50 años.

Además, de las 11 viviendas a las que se ha concedido licencia en el primer semestre, cinco son para su ampliación. En cuanto a las licencias solicitadas, el panorama sigue siendo muy negro, con una sola promoción de viviendas presentada que suma 39 pisos en la esquina de las calles Músico Maestro Garberí y Vicente Blau El Tino, en terrenos situados en el Pau 5 al norte de la Playa de San Juan. Hay también una pequeña promoción de cinco adosados y el resto son actuaciones para casas unifamiliares.

En estas circunstancias no es exagerado hablar de paralización total del sector ya que en los últimos tres años y medio el total de viviendas autorizadas no llega al millar y, en algunos casos, o no se han iniciado las obras, o se ha pedido ejecutarlas por fases, como sucede con las 110 concedidas en Vistahermosa-Goteta en 2012.