Sólo en lo que va de año se han presentado casi 150 reclamaciones en el Ayuntamiento por parte de ciudadanos que han sufrido lesiones en su persona o en su patrimonio. En algunos casos se trata de accidentes graves, pero en otros, de cuestiones menores, como la pérdida de un paraguas. Por ello el abanico de la indemnización reclamada abarca desde los 150.000 a los 73 euros. De todas ellas, las estadísticas adelantan que el 85 por ciento serán rechazadas pero ello no disuade a los afectados.

«Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar», parece ser la máxima de los servicios jurídicos del Ayuntamiento ante la lluvia de reclamaciones que les llegan. Una parte importante de estas reclamaciones se deben a caídas en la vía pública en sus múltiples variantes, tales como: «Tropieza en la acera por un agujero en un paso provisional», «tropieza con baldosa en mal estado en la rampa del Mercado Central», «introduce el pie en un socavón al coger al autobús número 6», «caída por mal estado del pavimento asfáltico», «golpe al pisar una trapa en mal estado», y otras muchas similares.

En estos casos, las indemnizaciones que se reclaman dependen de los daños físicos sufridos. De todas ellas la más elevada, en lo que va de año, alcanza los 150.000 euros. La reclamación se debe a una caída que se produjo en un paso de peatones del paseo de Gadea y se achaca a una «trampilla en mal estado», con consecuencia de graves lesiones. Otro accidentado con graves daños se produjo en la avenida de Ramón y Cajal, por el tropiezo con una «cadena en la vía pública con iluminación insuficiente». La cantidad que se demanda asciende a 139.324 euros.

Por el contrario, la indemnización de menor cuantía que se solicita corresponde a la herida sufrida en el pie por un bañista cuando paseaba por la Playa de San Juan. El importe que se pide sólo es de 73 euros.

Hay casos en los que no se cuantifica el importe de la indemnización, previsiblemente porque aún persisten las secuelas de los daños sufridos. Entre ellas se incluye una caída en la plaza de los Luceros «al tropezar con los elementos arquitectónicos por falta de iluminación». Se trata de los polémicos bordillos situados en la delimitación de la acera con la calzada de la plaza. En otro caso, la caída se produce al tropezar con el bordillo de entrada de la concatedral de San Nicolás, pero curiosamente no se acude a la Iglesia a reclamar sino al Ayuntamiento.

Si los daños en las personas son la principal causa de reclamación, los que sufren los vehículos le van a la zaga. En lo que va de año, son especialmente numerosos los casos de turismos que han sufrido daños por los golpes de contenedores de residuos «desplazados de su ubicación por el viento». En estos casos, la fuerza del impacto es muy variable ya que se solicitan desde menos de 200 euros hasta más de 4.000.

Tampoco resultan insólitas las denuncias y reclamaciones por la caída de arbolado, especialmente palmeras pero también ramas sobre los vehículos, e incluso hay algún caso en el que fue una farola la que se precipitó sobre el coche.

Desde la Asesoría Jurídica Municipal señalan que «se presentan todo tipo de reclamaciones porque hay gente que piensa que el Ayuntamiento es una aseguradora universal y que lo paga todo, pero la realidad es muy distinta ya que 85 de cada 100 son rechazadas».