Los inspectores municipales que llevan a cabo la campaña para sancionar a bares y comercios que depositan residuos en los contenedores sin cumplir los horarios detectaron ayer la existencia de restos clínicos en un contenedor del centro y tras averiguar su origen procedieron a sancionar a una clínica dental con 3.000 euros. También se impusieron sanciones, de hasta 750 euros, a cuatro restaurantes.

El vertido de material clínico en un contenedor de la basura es calificada como una falta muy grave en la ordenanza municipal, que exige un procedimiento especial a hospitales y clínicas para la eliminación de estos restos, por el riesgo que entrañan. El personal de la concejalía de Atención Urbana, acompañados de un policía Local, comprobaron con estupor, en la revisión d e un contenedor en una calle del centro de la ciudad, la existencia de abundantes restos clínicos incluyendo una jeringuilla, ampollas, gasas, restos sanguíneos y envases con productos farmacéuticos.

Tras revisar el material los inspectores pudieron comprobar que procedían de una clínica dental cercana, por lo que se personaron en la misma y procedieron a imponer la sanción de 3.000 euros. Además, los restos clínicos fueron incautados y se mantienen bajo custodia de la Policía Local a la espera de que sean analizados por Sanidad, por lo que la sanción aún podría ser mayor si se comprueba que son productos peligrosos.

Los inspectores también multaron a cuatro restaurantes de la zona del Mercado y la Plaza Nueva por verter basura a deshoras.