La ordenación urbanística de Rabasa, una de las zonas de expansión más importantes de Alicante, vendrá de la mano del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) siempre que el Plan Parcial Rabasa sea rechazado definitivamente por los tribunales y se introduzcan modificaciones técnicas y sectoriales.

Así lo ha expuesto hoy la portavoz del equipo de Gobierno local (PP), Marta García-Romeu, durante el pleno celebrado este mañana y después de que los socialistas preguntaran sobre "qué tipo de actuación urbanística" piensan plantear los populares respecto al Plan Parcial Rabasa anulado por el TSJCV en varias sentencias.

Tras apuntar que la postura desfavorable del TSJCV al citado plan urbanístico ha sido recurrida, la edil del PP ha asegurado que, una vez sea definitiva, el ayuntamiento la acatará.

De ser así, según ha expuesto, se procederá posteriormente "a ordenar ese territorio -Rabasa-, una ordenación urbanística del plan" que, a su juicio, se realizaría a través del PGOU.

Esa posible inclusión se acometería teniendo en cuenta parámetros y necesidades que la ciudad pueda tener en ese momento -cuando la sentencia sea firme- y atendiendo a modificaciones que puedan presentarse durante una nueva exposición pública.

A juicio del Grupo Municipal Socialista, la "mala gestión" urbanística del PP ha llevado a la ciudad a no tener aprobado el PGOU ni el Plan Rabasa.

"Hemos tenido que acudir a la Justicia para que se demostrara" que el Plan Rabasa es "una chapuza" y "una estafa de proyecto", ha dicho la edil socialista en política urbanística, Loles Fernández, quien ha recibido la contestación del Grupo Popular a través de la propia alcaldesa, Sonia Castedo.

Tras mostrar su "estupefacción" por las palabras de Fernández, Castedo ha recordado que el Grupo Municipal Socialista "aprobó" el Plan Rabasa. "Ha puesto a parir al grupo popular, como si el PSOE pasara por ahí en aquel momento", ha añadido. "No entiendo absolutamente nada", ha continuado la alcaldesa.

En abril de 2005, el pleno del Ayuntamiento de Alicante aprobó, de forma provisional y con los votos a favor del PP y PSPV-PSOE, el plan parcial Rabasa, que prevé la construcción de 15.000 viviendas. Catorce meses después, los socialistas cambiaron de criterio y votaron en contra de la aprobación definitiva del citado plan. Según Castedo, cuando el PSOE mostró su aprobación (2005) existía una "espada de Damocles" sobre sus concejales "y la amenaza de expulsión si no se votaba a favor del plan". "Esta misma espada" existe a día de hoy sobre los ediles del PSOE desde la dirección socialista, ha añadido la alcaldesa en alusión a las divergencias internas de este grupo en relación al Plan Rabasa.