Los restaurantes Niza y Aitana, y un puesto de venta de helados y granizados de la avenida de Niza han presentado a registro en el Ayuntamiento sendos escritos de queja contra la instalación de un establecimiento de gofres en el mercadillo de artesanía de la playa de San Juan, al que consideran que no se debería haber dado permiso al vender en primera línea del paseo marítimo alimentos perecederos, que aparecen como prohibidos en la normativa sobre este mercadillo que emitió la Concejalía de Ocupación de Vía Pública.

En uno de los escritos, el restaurante Niza argumenta que el quiosco incumple la legislación en cuanto a proximidad de otra concesión «ya que apenas está a 60 metros» del citado restaurante, «en vez de los 100 reglamentados». Además, añade que «dicha concesión, que es para la venta de gofres y creppes, se está extralimitando, pues vende refrescos, helados y granizados. Es una competencia total hacia mi establecimiento», denuncia el gerente.

En la misma línea se expresa una vendedora que pidió la concesión de un quiosco de helados, a la que le dieron el permiso en una zona «algo alejada de la playa». La mujer pagó 3.000 euros por la tasa y el enganche de luz, «y mi sorpresa fue ver que estaban instalando el mercado artesanal y lo modificaron para poner un quiosco de gofres que además vende helados, granizados y refrescos enfrente del mío en primera línea de playa y a menos de 40 metros.

Esa concesión es injusta porque me ha arruinado mi negocio y no voy a recuperar ni lo invertido». La denunciante señala que el puesto se aprovecha del horario de venta como quiosco y del que tiene el mercadillo, «es decir, de diez de la mañana a una de la noche».

La concejala de Ocupación de Vía Pública, Oti García-Pertusa, negó trato de favor y dijo que se dio el permiso para vender gofres. «Ella pidió helados, por lo que no entiendo la queja. La Policía detectó que vendían refrescos y helado y se les ha advertido. Si siguen haciéndolo, que lo denuncien».