El Malgasto de agua a la hora de regar algunas zonas es una molestia para los peatones y conductores, además de un problema medioambiental. Algunos aspersores de zonas ajardinadas no funcionan correctamente y riegan más la calle que las plantas, formando charcos en las calzadas y pequeños «ríos» de agua como el de la imagen, en Paseo de Soto, que impiden el correcto paso de los peatones, por no hablar del despilfarro de agua que esto supone.