El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha decidido suspender cautelarmente la orden de la Conselleria de Sanidad para jubilar masivamente y de forma forzosa a los médicos mayores de 65 años. En un segundo auto, el tribunal paraliza, también de forma cautelar, la disposición del Plan de Ordenación de Recursos Humanos que contemplaba esa medida. El sindicato CSI.F había recurrido el pasado mes de junio la orden de la conselleria por la que se ponía fin a las prórrogas de actividad de los sanitarios entre los 65 y los 70 años. Decenas de médicos en la provincia de Alicante habían recibido ya las cartas para cesar su actividad entre próximo 1 de octubre.

La decisión del tribunal autonómico afecta únicamente a aquellos médicos a los que Sanidad había concedido una prórroga para continuar trabajando, no así a aquellos médicos que acaban de cumplir los 65 y por lo tanto no están disfrutando de una prórroga de la actividad. En este caso, Sanidad podrá jubilarles.

No obstante, los tribunales también tienen que resolver en los próximos días otro recurso presentado por el sindicato CESM con el que esperan «que la medida sea suspendida para todos los casos».

En el auto, al que ha tenido acceso este periódico, el TSJ estima que jubilar forzosamente al personal estatutario que se encuentre en periodo de prolongación de permanencia en el servicio «puede generar situaciones irreparables en el personal que fuera compelido imperativamente a cesar en el servicio activo». El escrito afirma que el cese de la actividad de estos profesionales «debe realizarse a través de los medios que establece el ordenamiento jurídico, y no al margen de este».

Además, el tribunal da un fuerte varapalo a la Conselleria de Sanidad en cuanto a la finalidad de la orden para jubilar a los médicos. El TSJ señala que esta orden, «aun enmarcada en el ámbito de la mayor eficacia y eficiencia en la gestión de los servicios sanitarios, no va encaminada a incrementar el colectivo del personal en activo al servicio de la sanidad pública, sino a la minoración de tales efectivos».

El CSI.F recordó ayer que la decisión del TSJ obliga a Sanidad «a mantener en su puesto de trabajo a alrededor de 600 profesionales sanitarios cerca de 300 en la provincia a los que había concedido previamente una prórroga laboral y a los que posteriormente quería jubilar». El sindicato valora que estos autos «permiten mantener en sus puestos a profesionales de acreditada experiencia, en plenas condiciones y a los que el Consell quería excluir del sistema». Recuerda además que «no tenía sentido aplicar esta orden con efecto retroactivo y desfavorable. Si primero había concedido la prórroga, no podía posteriormente revocarla».

No obstante, la decisión del tribunal autonómico, es provisional en tanto se adopta la decisión de admitir o no los recursos presentados por los sindicatos. En este sentido, el sindicato CESM anima «a continuar con las reclamaciones personales porque esta suspensión podría ser levantada en cualquier momento». La Conselleria de Sanidad eludió ayer pronunciarse sobre la decisión del TSJ de paralizar cautelarmente la jubilación forzosa.