Salir de la playa con los pies y piernas llenos de arena y sal es uno de los principales incordios que tiene apostar por ir a tomar el sol y darse un baño en el mar. Pero si después de esto, no puedes deshacerte de esas diminutas partículas de tus extremidades, ir a la playa puede convertirse en un verdadero infierno. Y es que algunos de los lavapiés instalados en las playas alicantinas no funcionan con normalidad o directamente no están operativos.

Bañistas y visitantes que acudan a las playas de San Juan y del Postiguet se encontrarán con la desagradable sorpresa de que a finales de julio los lavapiés ya no cumplen su principal cometido. Alguno de los bañistas que acuden asiduamente a esta zona de la costa alicantina están molestos porque la falta de servicio se está prolongando demasiado en el tiempo. «No me acuerdo de cuando los lavapiés funcionaban bien», afirma una bañista.

En unos, el chorro de agua sale con tanta fuerza que el líquido se dispara hacia todos los lados. En otros, tan solo se puede apreciar un pequeño hilito de agua, con el que desprenderse de la arena es un reto casi imposible. Pero en muchos, directamente no sale nada porque los agujeros por los que debería salir el agua están obstruidos. Este deficiente servicio se produce desde que empezó el verano.

La indignación de los bañistas está presente cuando éstos se marchan de las playas y tienen que irse con los pies repletos de arena. «Esto es muy molesto porque por culpa de que los lavapiés están estropeados tenemos que andar hasta los siguientes, y la distancia entre unos y otros es bastante grande», afirma un vecino de la playa de San Juan. «Con este chorro de agua tengo que estar media hora para enjuagarme bien los pies», apunta una mujer que acude con frecuencia a la playa.

La temporada alta de verano comenzó el 15 de junio y el acondicionamiento de las playas alicantinas debería haber estado acabado para esa fecha. Sin embargo, se han balizado las zonas de baño con un mes de retraso y las áreas en primera línea para los mayores también se han puesto a mediados de julio. A día de hoy, la suciedad de los lavapiés y su mal funcionamiento pone en entredicho si las playas de Alicante tienen todos los servicios a punto.

Año tras año se suceden numerosas quejas por el funcionamiento de los lavapiés. «¿Cómo pueden estar tan sucios los lavapiés? ¿Es que nadie los limpia?», manifiesta una bañista. Está terminando el mes de julio y los lavapiés parecen un simple adorno de las playas.