No lo dudó ni un segundo. «Cuando me dijo que se iba, me apunté enseguida al viaje. Quería acompañarla en sus primeros días en México, para quedarme más tranquila», asegura Virginia Agulló, madre de Andrea, quien admite que se trajo de vuelta a España una impresión inmejorable: «La sensación es mejor de lo que pensaba. Encontré una gente con unos valores que aquí hemos perdido. Siempre tienen una sonrisa, mucha educación y una gran solidaridad...».

Virginia admite que su madre, la abuela de Andrea, lo lleva algo peor: «Ella escucha lo que se cuenta de México en la tele y se asusta».

La familia, cuenta Virginia, echa en falta a Andrea, sobre todo en las reuniones familiares. «Somos una piña y llevamos mal su ausencia. Pero estoy convencida de que para ella tiene que ser peor, porque nosotros estamos juntos, pero mi hija está sola. Aunque sabemos que le está yendo bien, tras muchos años dedicados a estudiar. No descarto que su hermana melliza se acabe yendo con ella», concluye Virginia.