La jubilación forzosa de médicos que la Conselleria de Sanidad ha comenzado a aplicar en los hospitales públicos de la Comunidad Valenciana, no sólo desembocará en un problema de personal, sobre todo a partir del 1 de octubre, día en el que decenas de médicos ya no tendrán que ir a trabajar. La decisión del conseller Llombart también ha provocado que en estos momentos estén en el aire un buen número de líneas de investigación que están desarrollando los médicos afectados por esta medida. Así lo denunciaron ayer algunos de los galenos afectados por la orden de Sanidad momentos antes de asistir a un encuentro con una abogada en el Colegio de Médicos para que les informara sobre qué pasos dar para recurrir la decisión de Sanidad.

Reticentes a hacer pública su identidad o dar detalles acerca de su situación particular hasta que no se resuelvan los recursos que han interpuesto, algunos de los médicos afectados señalaron que la jubilación forzosa les coge con el trabajo a medias. «Muchos de nosotros contábamos con tener cinco años más de prórroga, y de la noche a la mañana nos encontramos en la calle, obviamente, hay líneas de investigación, estudios, proyectos que quedan en el aire». Otro galeno mostraba su preocupación además por las consecuencias que puede tener la atención al paciente. «En mi caso, desarrollo unas técnicas quirúrgicas muy concretas y complejas que no se hacen en otro hospital de la Comunidad Valenciana, ¿qué va a pasar entonces cuando me manden a mi casa?», explicaba un médico del Hospital General de Alicante.

En el transcurso de la reunión de ayer, la abogada Mari Cruz Torres explicó a los médicos que desde la Conselleria de Sanidad se les ha informado «que no va a haber excepciones a esta norma». Y es que hace unas semanas desde Conselleria se aseguró que se podría prolongar la actividad de aquellos médicos cuya plaza fuera difícil de cubrir, lo que había creado ciertas expectativas entre los médicos llamados a colgar la bata. «Sanidad no quiere hacer ningún tipo de excepción para no crear agravios comparativos», explicó Torres.

A los facultativos reunidos en el Colegio de Médicos se les explicó cómo hacer las impugnaciones individuales a esta orden de la conselleria que ya ha sido recurrida en los tribunales por los sindicatos Cemsatse y CSI-F, «por las numerosas irregularidades que contiene, entre ellas no haber sido acordada con los sindicatos en la mesa sectorial y aplicar la retroactividad a determinadas situaciones». La medida afecta en toda la Comunidad a 600 profesionales.