Casa Mediterráneo no albergará bodas, comuniones, ni bautizos. El Gobierno central acaba de desautorizar a la directora de la entidad, Almudena Muñoz, y ha vetado la organización de eventos en su sede, estrenada hace apenas tres meses. En dos respuestas parlamentarias al diputado socialista en el Congreso Gabriel Echávarri, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, deja muy clara la postura del Ejecutivo central. "El Gobierno manifiesta que no es cierto que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación haya ideado un nuevo uso para bodas, bautizos y primeras comuniones a celebrar en la sede de Casa Mediterráneo", reza la primera respuesta. La segunda refuerza también esa idea: "El Gobierno manifiesta que no existe ningún proyecto de dar un nuevo uso a Casa del Mediterráneo para celebrar bodas, bautizos y comuniones".

En solo dos párrafos, el Ejecutivo desbarata las intenciones de Almudena Muñoz para obtener liquidez y dar un impulso a la entidad. El pasado 13 de marzo, la directora de Casa Mediterráneo anunció que trataría de alquilar la sede para equilibrar las cuentas. "Mientras no me rompan esto y sea moralmente aceptable, lo alquilaré para lo que sea", llegó a decir. Ahora, sin embargo, esas palabras querdarán en nada. El Gobierno no está dispuesto a arrendar a particulares uno de los proyectos emblemáticos de la ciudad durante los últimos años y ha vetado esa posibilidad.

Casa Mediterráneo, por tanto, seguirá arrastrando problemas de liquidez. Al menos a corto plazo. Y no precisamente por su culpa, sino por los continuos impagos de las administraciones que forman parte del Consorcio de la entidad. Salvo el Ministerio de Asuntos Exteriores, que sí cumple puntualmente con sus aportaciones, el resto de socios no ha transferido la totalidad del dinero comprometido. A mediados de marzo, la propia Almudena Muñoz facilitó a cuánto ascendían las deudas. La Generalitat sólo había aportado 456.470 euros de los 2,52 millones prometidos; el Ayuntamiento de Alicante había pagado 550.000 euros de los 1,26 millones previstos; el consistorio de Benidorm había trasvasado 50.000 euros de 630.000; mientras que Xàbia había inyectado 400.000 de los 630.000 euros presupuestados. El Ministerio, por su parte, sí había transferido su aportación de manera íntegra: 7,56 millones.

Los retrasos en los pagos, por una parte, y las escasas perspectivas de cobro, por otro, forzaron a Casa Mediterráneo a buscar alternativas para obtener ingresos. Pero por ahora deberá esperar.

Críticas al PSOE

En las respuestas parlamentarias, el Gobierno no se limita exclusivamente a descartar la organización de eventos en la antigua estación de Benalúa. También aprovecha para censurar la gestión económica del anterior Ejecutivo, capitaneado por José Luis Rodríguez Zapatero. "En el proyecto de rehabilitación de la estación de Benalúa redactado en 2011 se contemplaba la instalación de un auditorio cerrado independiente, cuyo presupuesto de coste ascendía a 2.581.468,69 euros, que la nueva Dirección ha considerado absolutamente improcedente, ya que prácticamente igualaría la cantidad total hasta ahora invertida en el edificio para su rehabilitación e inicio de utilización".

El recrudecimiento de la crisis paralizó en febrero de 2012 las obras de reforma de Casa Mediterráneo. Esa carencia de fondos forzó a una adecuación provisional de la sede. Se habilitaron cinco despachos prefabricados de cristal, aunque no se instaló ni el suelo. El Gobierno, no obstante, cree que esa actuación fue más que suficiente. "Las nuevas instalaciones están perfectamente equipadas y acondicionadas para que el personal de Casa Mediterráneo pueda desarrollar su labor. Asimismo, está aislada, mediante cristales, el área destinada a la celebración de actos", reza una de las respuestas parlamentarias.

"La descoordinación es absoluta y el PP no sabe qué hacer"

El diputado socialista en el Congreso Gabriel Echávarri se interesó en la Cámara Baja por los nuevos usos que quería dar la directora de Casa Mediterráneo a la sede de la entidad. Días después de que Almudena Muñoz anunciara el alquiler del inmueble para acoger bodas, comuniones o cualquier otro tipo de eventos, Echávarri presentó una batería de preguntas en el Congreso. Ahora, una vez recibidas las respuestas del Ejecutivo, el diputado tiene claro que el PP "no sabe qué hacer" con Casa Mediterráneo.

"La descoordinación es absoluta. Por un lado, su directora anuncia a bombo y platillo que pretende alquilar la sede. Y, mientras, el Gobierno dice todo lo contrario", prosiguió Echávarri. El también secretario general de PSPV en la ciudad de Alicante lamentó que la entidad haya pasado de ser "un icono" a una "molestia" para el Gobierno central. Además aseguró que la discrepancia de criterios entre la titular de Casa Mediterráneo y el Ejecutivo central es una muestra "más que evidente de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy está gobernando a base de improvisación" desde que ganó las elecciones generales.