El movimiento vecinal, agrupado en una plataforma, logró salvar de la tala el que, según Alicante Vivo, es el ficus más antiguo de la ciudad -alrededor de 140 años-. El proyecto para construir en la parcela un centro comunitario y de salud con un aparcamiento subterráneo amenazaba a este árbol centenario que ha podido sortear la amenaza. El ejemplar fue plantado inicialmente en una parcela de Investigación Agraria del Jardín Botánico de Benalúa y posteriormente fue trasplantado al lugar actual.