La Policía no da abasto. En su campaña contra le venta ambulante en las playas, los agentes de la unidad Fox de ocupación de la vía pública están intensificando los controles para acabar con la proliferación de vendedores ilegales que, a pie de playa y sin pasar ningún control sanitario, ofrecen a los bañistas todo tipo de cócteles y refrescos, algo que, tal como publicó este diario, ha sido denunciado por los bares situados frente a la playa del Postiguet.

Desde el 20 de mayo, la Policía Local ha levantado, sólo en la playa del Postiguet, 87 actas de sanción por esta causa y ha requisado 197 litros de sangría, 187 botes de refresco, 90 kilos de fruta y 168 vasos de mojito y sangría, además de 298 gafas de sol y otros objetos procedentes de la venta ambulante. Con estas actas de sanción se inicia un procedimiento administrativo que conlleva multas que oscilan entre los 300 y los 3.000 euros dependiendo de la cantidad de material incautado. La mayor parte de sanciones, sin embargo, son de 300 euros ya que los vendedores no suelen hacer acopio de muchos productos en una misma jornada para evitar sanciones más fuertes y para no sufrir un gran perjuicio económico en caso de una incautación de la Policía, tal como se ha señalado desde la Concejalía de Seguridad. Se da la circunstancia de que gran parte de estas sanciones se imponen a las mismas personas, entre 15 o 20, algunas de ellas de la misma familia, que prácticamente copan la venta ilegal en la playa desde el inicio de la temporada.

De la vigilancia de las playas se ocupa una brigada de dos policías en dos turnos en cada playa que patrullan a pie y que complementan a los agentes que circulan en bicicletas, quads y lanchas. El operativo de playas está compuesto por una treintena de personas entre policías y miembros de Protección Civil a los que hay que añadir, según se ha señalado desde la concejalía que dirige el edil Juan Seva, la brigada Fox, cuyo objetivo es acabar con la venta ambulante y que está formada por 18 agentes. Las horas en las que se producen los picos de venta ilegal tanto de gafas, bolsos, ropa, CD o relojes como de bebidas y comida, son de 12 a 1 del mediodía y de 4 a 6 de la tarde, y, además de en la playa, esta brigada trabaja contra la venta ilegal en el paseo de Gómiz, la Explanada y otros puntos de la ciudad.

Hasta ahora, la Policía se ha centrado sobre todo en la playa del Postiguet por ser la que más acoge a vendedores ambulantes, sobre todo a los que ofrecen bebidas e incluso brochetas de fruta y bocadillos a los bañistas y que, además, es la playa que más público acoge desde principios de junio. Sin embargo, a partir de este fin de semana, ya en plena temporada alta, el operativo de vigilancia y prevención de la venta ambulante se intensificará en el resto de playas de la ciudad.

El incremento de la presencia policial para acabar con la venta ilegal, es una demanda sobre todo de los bares y restaurantes ubicados en el paseo del Postiguet que, con el inicio de la temporada de verano, y desde hace varios años, han denunciado en ocasiones en el Ayuntamiento la competencia que sufren por parte de estos vendedores que suelen esfumarse en cuanto aparece algún agente de la Policía.