Al TRAM no se le espera hasta 2016. La falta de presupuesto de la Conselleria de Infraestructuras, ahogada por la de Hacienda por el objetivo de reducir la deuda del Consell, ha provocado que el departamento que dirige Isabel Bonig no pueda contar, en principio, con fondos para terminar la variante de la Serra Grossa del Tram hasta comienzos de la próxima legislatura, lo que impide terminar el túnel que atraviesa la sierra en la Cantera.

Una obra que afecta directamente al objetivo del propio Consell de que el tren que comunica Alicante y Benidorm sea una alternativa para el transporte de los pasajeros del AVE que tienen como destino Benidorm y, por otro lado, ralentiza el aumento de los servicios y las frecuencias de la futura L-2 del tranvía, que a partir de septiembre comenzará a circular entre Luceros y San Vicente con parada en la Universidad. Diez millones de euros que no tiene la consellera Bonig, aunque confía en poder habilitar una pequeña cantidad antes de acabar mandato.

La constructora que se adjudicó la construcción de la variante de la Linea 1 en la Albufereta (Finca Adoc) finalizó en abril de 2012, tras diecisiete meses de trabajos, la excavación del túnel de 1.400 metros que atraviesa la Sierra de San Julián (parte de la Grossa frente al mar) conectando el apeadero de Sangueta con la Albufereta.

Una obra complicada, extraordinaria por su calidad de ejecución y nuevo hito arquitectónico de Alicante al convertirse en el túnel más largo del tranvía. Sin embargo, a la ejecución del proyecto también le llegaron los recortes. El retraso impide ampliar las frecuencias del tranvía entre Alicante, Playa de San Juan y El Campello y los trenes con Benidorm, una de las asignaturas pendientes de Ferrocarriles de la Generalitat, agravada ahora por el comienzo de la línea de alta velocidad con Madrid.

El proyecto que comenzó a ejecutarse en el verano de 2010 tiene un presupuesto de 36 millones de euros y hasta abril de 2012 había cumplido los plazos, pero el ajuste presupuestario impuesto en el Consell le pasó factura. Una vez culminada la excavación del túnel, del que se extrajeron 98.000 metros cúbicos (147.000 toneladas de tierra, roca y arenas), falta ahora revestirlo de hormigón antes de comenzar la instalación de vías, catenaria y electrificación.

El túnel excavado bajo la sierra de San Julián conecta con el artificial que se construyó debajo de la avenida de Villajoyosa, y sobre el cual se realizó la reurbanización de la avenida que conecta la playa del Postiguet con la Albufereta. Un proyecto que tenía también su continuidad con la construcción de un paseo marítimo hasta Alicante, transformado ahora en sendero, por culpa también de los recortes presupuestarios.

La construcción de la variante del tranvía tiene una importancia capital para el desarrollo de este sistema de transporte público ecológico y, además, resulta clave para la ejecución del plan Bahía. Cuando los tranvías y los trenes circulen por el túnel con doble vía se podrá ampliar el servicio y, además, construir el paseo marítimo y las zonas lúdicas que ocupa hoy el corredor tranviario.

Pruebas de la Línea 2

Por otro lado, Ferrocarriles de la Generalitat tiene previsto iniciar a principios de julio las pruebas de circulación de los tranvías que cubrirán a partir de septiembre la Linea 2 del Tram que conectará Alicante con la Universidad y San Vicente. La línea estará gestionada por FGV, y en un principio estará operativa entre las 6 y las 23 horas, con una frecuencia cada 15 minutos que se reducirá a 8 minutos en las horas punta que se acuerden con la Universidad de Alicante, y de 30 minutos entre las seis y las siete de la mañana y las 19 y las 23 horas. La línea será rentable a partir de los tres millones de pasajeros al año, cifra que la Generalitat confía en alcanzar durante el primer año de operaciones.

Según el estudio del comité de empresa de FGV, la gestión pública de la línea 2 del tranvía generará un beneficio de 52.000 euros en el primer año de funcionamiento. El informe sostiene que los ingresos en el primer año alcanzarán los 2.817.845 euros (venta de billetes y publicidad), al existir una previsión de 2,8 millones de viajes, frente a un coste marginal de 2.765.648 euros. La proyección para 2017 es de 1.400.000 euros.

La L-2 cuenta con 14 paradas: Luceros, Mercado, Marq, Goteta, Bulevar del Pla, Garbinet, Hospital, Maestro Alonso, Gastón Castelló, Bulevar Norte, Ciudad Jardín, Santa Isabel, Universidad y San Vicente del Raspeig, por lo que dará servicio a miles de personas.