Treinta y cinco minutos de acto inaugural y vuelta a Madrid. 155 años después de que Alicante inaugurara su primera línea ferroviaria con Madrid, con un tren que tardaba 11 horas en conectar el Mediterráneo con el Manzanares, ayer, 17 de junio de 2013, día histórico para Alicante, la inauguración del AVE, moderno y veloz, que convierte a España en el estado europeo con más kilómetros de alta velocidad, se saldó con un acto frío, corto y excesivamente austero en las formas.

Tan austero que muchos de los invitados al acontecimiento se quedaron con las ganas, no ya de intercambiar dos palabras con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o el Príncipe Felipe, sino sin la oportunidad de estrecharles la mano. Sólo los más avispados pudieron compartir la buena nueva con las citadas personalidades.

El tren, que era el mismo que también realizó el viaje inaugural de la línea Madrid Sevilla, pero con los vagones, reformados y modernizados, llegó a las 12.44, pero la hora fue anecdótica. Un "speaker" pedía a los invitados que se sentaran mientras estos tampoco sabían muy bien el significado del color de sus tarjetas. Llegaron el Príncipe, Rajoy y Fabra, leyeron sus discursos y 35 minutos después, el mismo "speaker" llamaba para coger el tren de vuelta a Madrid.

Una salida prevista para las 14.00 horas y que se produjo poco después de las 13.30, y marcada por las carreras de muchos invitados por acercarse a Don Felipe y a Mariano Rajoy. A la ministra Ana Pastor, artífice de que el AVE haya llegado a Alicante en las Hogueras, casi ni se la pudo ver.

Los 50 minutos de acto oficial previstos en un principio se quedaron en poco más de media hora para disgusto de los invitados y de los alicantinos que llevaban esperando pacientemente desde las 10 de la mañana en el vestíbulo con la intención de agasajar al Príncipe, y que se quedaron compuestos y sin poder ver a SuAlteza Real.

La frialdad se notó incluso a la hora de la foto oficial, a pie de andén, donde la comitiva ni tan siquiera tocó o vislumbró el morro de la locomotora.

¿Cuestión de agenda? ¿Nervios por las protestas que se producían en el exterior? Lo cierto es que para un hecho histórico como la llegada de la alta velocidad a Alicante se esperaba un acto en un ambiente más cálido. Y, por otra parte, igual que ha sucedido en otras inauguraciones, contó con cientos de personas protestando en los aledaños de la estación con pitos, bocinas y hasta petardos.

Más de 3.000 kilómetros

Con la inauguración del AVE entre Alicante y la estación de Puerta de Atocha, España amplía hasta los 3.100 kilómetros sus corredores de alta velocidad, convirtiéndose en el primer estado de la UE y segundo del mundo en contar con más kilómetros de esta infraestructura moderna y completa, como recordó Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, en el acto de inauguración, al que asistió una nutrida representación de la sociedad alicantina.

El nuevo tramo de alta velocidad (165 kilómetros entre Alicante y Albacete) ha costado 1.920 millones, a los que hay que añadir otros dos mil y pico del corredor Albacete-Madrid, por lo que la línea tiene un coste total de 4.000 millones de euros.

La infraestructura de alta velocidad permitirá recortar en 50 minutos el tiempo de viaje con Madrid, pero hasta enero no será realmente competitiva debido a la necesidad de testar y homologar el sistema de comunicación ERTMS-2, el más avanzado tecnológicamente y que permitirá velocidades punta de 300 kilómetros/hora en los tramos que sea posible en función de la infraestructura y el material rodante. Será entonces cuando los AVE más rápidos empleen 2 horas y 5 minutos en cubrir el viaje Alicante-Madrid. De momento, sin embargo, el AVE utilizará en el tramo hasta Albacete el sistema ASFA, que limita la velocidad máxima a los 200 km/hora.

En este sentido, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se felicitó por la inauguración del tramo Alicante-Albacete de alta velocidad que forma parte, según recordó, de los 300 kilómetros de alta velocidad puestos en servicio en España en el último año y medio, lo que reafirma a España como el segundo país del mundo en alta velocidad tras China.

Renfe ya ha vendido 52.000 billetes para la línea de la alta velocidad, cifra que supone un 32% más que en el mismo periodo para los trenes Alvia.