"El futuro del turismo no sé por dónde pasa. Pero sí sé que el presente del sector está en manos, entre otros profesionales, del revenue manager. Este profesional, que existe desde hace poco y que aún desconocen muchos hoteleros, se encarga de optimizar los ingresos de los negocios, debe saber colocar la habitación, a la persona concreta y al mejor precio. Es un ciencia, no cabe el azar". Así se explica Javier Jiménez, coordinador del Curso de Dirección Comercial de Hoteles de la Universidad de Alicante, que ayer concluyó tras un mes de sesiones prácticas -"la teoría está en internet"-y que en un año ha reunido a 150 profesionales de los 300 inscritos.

La próxima edición, de hecho, ya cuenta con lista de espera. "Después de tres ediciones, nos han reclamado un nivel más avanzado, que haremos para el próximo mes de octubre, aunque ya tenemos gente en espera", apunta.

Jiménez asegura que los clientes son exigentes, "pero saben bien lo que quieren". "Los turistas ya no buscan un jabón en concreto en el baño, quieren wifi en la habitación", explica el experto, quien resalta que los secretos del sector no son tal: "Es fácil. Hay que apostar siempre por la innovación y respectar al máximo al cliente".

Respecto al turismo en Alicante, Jiménez afirma que el sector carece de humildad. "Creemos que tenemos un producto brutal y no es así. Deberíamos apostar por nuestras señas de identidad, como la isla de Tabarca, y dejar de llevar a los turistas al Castillo de Santa Bárbara, donde sólo hay vistas, nada más. También se debería incentivar más la cultura, potenciar, por ejemplo, el Museo de Hogueras, que está infrautilizado", añade el coordinador del curso, para quien el AVE no será tan decisivo para el sector "como se quiere hacer creer". "Alicante debería luchar por líneas aéreas de bajo coste, porque el AVE traerá turismo nacional, pero éste atraviesa una grave crisis, está prácticamente muerto", agrega Jiménez, para quien las redes sociales son también fundamentales en el turismo: "El profesional debe conseguir que las críticas se hagan en privado y los halagos en público".