¿Cuál es su diagnóstico de la ciudad de Alicante?

La ciudad me parece estupenda. A mucha gente de la que invitamos a venir le gustaría quedarse a vivir aquí. Creo que tenemos que seguir potenciándola, porque es una gran desconocida para los visitantes y se está trabajando adecuadamente para que se conozca.

Cada día hay más políticos imputados. ¿Qué hay que hacer con los cargos públicos en esa situación?

Lo que hay que hacer es agilizar la justicia. Los tribunales tienen que actuar con rapidez para definir la situación, eso evitaría tantas situaciones incómodas. Yo creo que hay que dejar a los tribunales que juzguen. La presunción de inocencia es muy importante.

¿Cuándo fue la última vez que se manifestó y por qué?

Hace poco, el día de la huelga de toda la educación. Reivindicando la educación pública y poniéndola en valor.

¿Sabe qué quieren los que se suman al 15-M?

Creo que es un movimiento social que, en teoría, desde las bases de la propia ciudadanía, promueve un cambio en este país. Si entendemos que esto es una democracia participativa, y entendemos que para participar de ella hay que jugar con unas reglas del juego, los cambios hay que propiciarlos en el proceso democrático. El 15-M tiene mucha repercusión pero, aunque lo apoyo, no me parece el movimiento social más adecuado.

¿Cuál es su análisis de los movimientos sociales que han surgido como consecuencia de la crisis?

Que son un síntoma de la lejanía existente entre la política y la ciudadanía. La política no hace por encontrarse con los ciudadanos y los ciudadanos se sienten descontentos, y presionan para que se tomen otras iniciativas. Estoy de acuerdo en que hay que reinventar el país, pero Vargas Llosas dice que la democracia es imperfecta pero no hay alternativa, es así. Los escraches, por ejemplo, son un mecanismo de presión fuera de lo establecido ¿Están justificados? Más allá del ámbito profesionalÉ no me parece. Hay una variante de escrache anónimo, el digital. Soy informático y sé que existe. Esa virtualidad yo la he sufrido.

Nos van a subir los impuestos otra vez. ¿Algo que decir?

Estoy bastante en contra de la política fiscal de este país, no la comparto. La subida del IVA y del IRPF ha demostrado que no ha aumentado la recaudación. Ha bajado el consumo, han cerrado empresas y se ha destruido empleo. Deberían mirarlo. Hacen falta políticas de estímulo al consumo, al emprendedurismo, medidas en esa dirección.

¿Cuál es su grado de indignación?

Como ciudadano, porque estoy observando que los más débiles son los que más están sufriendo, los que van a pagar esta crisis y no la han provocado: los discapacitados, los ancianos, los dependientesÉY como rector, me indigna que no haya una apuesta contundente por las fortalezas de este país, y las universidades son una de ellas.

¿De qué esta enfermo este país?

Carece de un liderazgo notorio y contundente, con las ideas claras. También sufre de demasiado egoísmo individual.

El síndico de agravios ha dibujado un panorama terrible y un futuro desolador. ¿Los recortes están produciendo un daño irreversible a la sanidad, la educación y los servicios sociales?

Espero que no sean irreparables, pero los recortes están provocando retrocesos importantes en todos los ámbitos. Difícilmente volveremos a los niveles de bienestar de antes de 2008. Deberían haber marcado las prioridades y las grandes reformas.

¿Se atreve a aventurar alguna medida para combatir la crisis?

La principal medida es abordar el problema económico desde Europa y compensar los superávits existentes. Y una reforma de las instituciones del país, para evitar duplicidades en las funciones y competencias de las distintas administraciones.

¿Sólo saldremos de ésta con una Europa unida?

Yo entiendo que esto hay que solucionarlo desde Europa. Y hay que hacerlo desde una solución conjunta, con una unidad de Europa. Hay países periféricos en déficit y otros en superávit -sin entrar en qué nos ha llevado a esta situación- y hay que equilibrar los balances. Ahora mismo hay que solucionar la crisis desde lo global. Hay que reiventar el país y la nueva Unión Europea, y fortalecerla. Con una unidad fiscal monetaria y de política económica. Hace más de 50 años, nace la Unión Europea del Carbón que fue la base de la UE. El cómo se adhiere este país, también explica en parte las diferencias que arrastramos con algunos de los estados fundadores.

Volviendo a lo cercano, ¿hacia dónde va esta provincia?

Esta provincia tiene grandes valores, tejido empresarial y universidades. Va a la búsqueda de la ciudad como provincia y a buscar la interactuación con otras provincias. Y a tener presencia en Madrid y en Valencia. Somos la cuarta provincia de España, pero la primera de las que no son cabecera de su comunidad. De las 35 restantes que no son cabecera, Alicante es líder, la que tiene mayores capacidades y con más aportación al PIB por habitante. Pero el peso político del país lo llevan las 17 provincias que son cabecera y Alicante es periferia. No tenemos identidad, nos falta relato, un discurso que construya provincia, una provincia que es multi-ciudad.

¿Confía en que el AVE nos traerá el maná tan esperado?

El AVE es un instrumento imprescindible para la provincia. Nos sitúa en Madrid. Y el compromiso es que el trayecto se haga en menos de dos horas.

¿Qué voces defienden los intereses de la provincia?

El problema es no tener voces de referencia, una voz cualificada. Se está madurando para que haya voces empresariales e institucionales que velen por los intereses de la provincia.

Para usted, ¿la universidad debe desempeñar un papel social más allá de lo académico?

Sí. El compromiso social de la universidad y de su rector es necesario y la sociedad lo demanda. Una universidad comprometida y su rector como voz solidaria, implicada, independiente. Ese papel y ese compromiso contundente lo pide la sociedad con todo lo que representa la provincia.

¿No estará ensayando para dar el salto a la política?

[Por primera y única vez a lo largo de la entrevista, muda el gesto y se le nota incómodo, respondiendo de forma tajante]. No, no. Yo ahora tengo mi atención única y exclusivamente en la Universidad y la política universitaria. He disfrutado mucho con la investigación y en el mundo científico, he formado parte de sociedades científicas y he sido muy prolijo.

¿Es de los que no quiere perderse nada?

Lo que no me quiero perder es que nuestra comunidad sea referente en nuestro país. Esta comunidad tiene unos valores mucho más importantes a nivel empresarial y a nivel político. Estratégicamente situada en territorio, estamos en el Arco Mediterráneo, en el sur del continente, polo de atención de media Europa. Tampoco quiero perderme ver que las Universidades públicas son un referente en el mundo académico y científico, a nivel nacional e internacional.

Cuando en 2005 le nombraron vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, ¿se imaginaba que un día la mayor preocupación del rector de una Universidad fuera pagar las nóminas?

No podía imaginarme que la máxima preocupación y ocupación que iba a tener en el cargo de rector en 2013 fuera a ser pagar las nóminas. Nadie pensaba que se iba a dar una situación tan delicada y complicada. En 2005 todavía vivíamos una época de bonanza y aumentaba la inversión en investigación. El presupuesto del Gobierno central aumentaba en las grandes partidas y el de la Generalitat en subvenciones para Universidades. Estábamos en la curva ascendente en I+D y las Universidades pensábamos en desarrollar crecimiento.

Tiene fama de ser muy conciliador y tener mucha cintura ¿Conseguirá un acuerdo razonable para que les abonen los impagos?

Estamos llegando a acuerdos responsables, con mucho diálogo y mucho entendimiento. Influyen mucho las personas que entienden las situaciones. Todos somos Comunidad Valenciana. Todos tenemos que entender la situación de los demás. Nosotros, los rectores, somos conocedores de la situación global para poder resolver el problema individual de las instituciones universitarias. El mérito es del propio conseller de Hacienda, que es un gran conocedor de la situación y creo que ha sido sensible a la Universidad. Entiende y escucha, tratando de buscar fórmulas óptimas.

¿Qué opinión le merece la consellera de Educación?

La consellera tiene unas características óptimas para dirigir la educación infantil, secundaria y superior de la Comunidad Valenciana. La situación es muy complicada. Aquí es necesario establecer una estrategia en educación y definir las tácticas para llegar hasta esa estrategia. Como representante de la educación superior le pido que envíe el mensaje del valor del sector público, tiene que jugar un papel central. Ahora lo único que se demanda es una gestión óptima. Es necesario establecer una política educativa clara y no podemos someter a vaivenes a los instrumentos que están en la línea estratégica que se busca. Por ejemplo, en la educación superior el 90% de lo alumnos estudia en universidades públicas y el 99% de la investigación se realiza en universidades públicas. Deberíamos seguir fortaleciendo algo que funciona, que es bueno y gusta mucho a la ciudadanía. Las cinco universidades públicas de la Comunidad son grandes universidades, con magníficos resultados investigadores y deberían seguir fortaleciéndolas. Pero no sólo desde el punto de vista económico, tendrían que reforzarlas también institucionalmente, sin poner en juicio el trabajo que se realiza, aliándose con las instituciones educativas. Habría que crear la Mesa para la Educación, donde estuvieran representados todos los agentes educativos: de primaria, secundaria, superior, concertada, privada, pública... para poder alcanzar un pacto para la competitividad educativa de la Comunidad.

¿Y se está dando algún paso en este sentido?

No veo que se esté haciendo nada global. Se hacen cosas puntuales y lo que requiere el mundo educativo es decir: vamos a hacer un pacto y vamos a ver qué modelo educativo queremos. La política de la conselleria está muy interferida por movimientos o presiones externos: interinos, movimientos sociales, políticosÉ Si tienes una política clara, no deberías sentirte influenciado por las presiones externas. Hay que hacer un claro esfuerzo por la cultura educativa. No podemos tener en continuo juicio a la educación. No se pueden criticar los costes que tengo para ganar la partida. Necesitamos el reconocimiento del valor del sistema público educativo en esta Comunidad, que es de los mejores de este país. Y no se mide lo que se está haciendo contra lo nuestro. Tenemos una sanidad muy buena. Habría que ajustar económicamente algún gasto o buscar la eficacia, pero manteniéndola porque es la mejor opción de futuro; y ya ha sufrido un buen varapalo.

Además de hacer ingeniería financiera para cuadrar cuentas, ha creado un Observatorio de Inserción Laboral y desarrollado acciones de formación enfocadas a la realidad empresarial.

Sí. Una de las políticas que tratamos al inicio fue la inserción laboral y la empleabilidad. El Observatorio mide cómo se insertan nuestros estudiantes en el tejido productivo; ve las opciones empresariales que existen, especialmente en la provincia; cómo podemos fomentar los focos de empleo; y retroactiva nuestra forma de enseñar indicando dónde debemos acentuar nuestra oferta educativa. Las prioridades que nos marcamos fueron la inserción laboral, la empleabilidad, las prácticas en empresas y las ayudas sobrevenidas a estudiantes con problemas económicos; lo que llamamos el Plan de emergencia. Ahí hemos duplicado el esfuerzo presupuestario, en todo lo dirigido al apoyo al estudiante y a las iniciativas por el empleo, reduciendo de otras partidas que no consideramos tan fundamentales.

Haga un balance de su primer año al frente de la Universidad.

Ha sido un año muy positivo. Me he dedicado a ser rector. Tienes que tener una dedicación importante al cargo. [Dice que es muy organizado, y debe ser cierto a juzgar por la intensa actividad que despliega en diversos frentes]. Tengo un conocimiento de la Universidad porque he venido ocupando muchos cargos desde hace más de una década, pero este año he tenido un compromiso con la comunidad académica, con toda la universidad y con la sociedad. Para llevar a cabo un proyecto, la universidad tiene que tener un compromiso con la provincia y estar involucrada. Un compromiso empresarial. Por ejemplo, la internacionalización es un valor de la universidad. Tenemos proyectos compartidos con otras universidades, instituciones y centros de investigación de más de 100 países. No hay ninguna otra institución que tenga un canal internacional tan amplio, tan global. La utilización de ese canal lo tienen las universidades públicas y es un valor para salir de la crisis, porque genera sinergias con la propia Comunidad y abre más mercados. Nuestra Universidad busca y fomenta la internacionalización y ser internacional, la innovación, el compromiso social y la democracia participativa, porque debemos ser el espejo de la sociedad para tener un liderazgo social. Y eso lo demuestra el que ocupamos el tercer puesto en las preferencias de los ciudadanos, tras la sanidad y la investigación, que también se hace en la universidad. Para llegar a conseguir esa universidad tenemos que partir de un equilibrio entre hombres y mujeres. En el equipo de gobierno existe y ahora estamos empezando en el segundo nivel. Para mí es un objetivo alcanzar esa paridad.

¿Se ha marcado algún otro reto?

Sí. La captación de recursos. Del orden del 20% de los presupuestos de la universidad para investigación; o sea, el 20% de 170 millones. Es un reto ambicioso. La investigación está en Europa y nosotros ponemos los canales para llegar a Europa y a las empresas. Ya estamos trabajando en esa línea. Hay un dato importante y es que, a pesar de la crisis, el número de empresas que sigue conveniando proyectos de investigación con la universidad no ha bajado. Eso es un valor sensacional.

¿Cómo califica la gestión de un Gobierno que acumula una deuda histórica con las Universidades?

Una deuda acumulada tan importante no es baladí. Hay que analizar lo que ha ocurrido para ver cómo se ha llegado a esta situación. En los tres últimos años puede tener justificación por la crisis, pero en las épocas de crecimiento no entiendo cómo se ha generado deuda. Y en esos años no se hicieron las cosas adecuadamente ¿Qué ha ocurrido entre 2000 y 2008? Habría que responder porqué no ha llegado el dinero presupuestado a las instituciones. En esos años no ha habido una gestión adecuada. No hay que mirar al pasado... Ahora, generar una deuda tal es un indicador de una mala gestión

Las dificultades económicas de las universidades públicas difieren en cada comunidad autónoma. En este ranking, ¿dónde situaríamos a las nuestras?

En Cataluña es donde tienen más problemas, sus universidades están prácticamente intervenidas. Las de Madrid y Comunidad Valenciana están prácticamente en la misma situación. Ocuparíamos el segundo lugar, por las dificultades económicas que sufrimos. Eso es porque las políticas de ambas comunidades autónomas son similares. En Andalucía tienen 10 universidades públicas y en total les deben 800 millones de euros; mientras que nosotros tenemos cinco y nos deben 1.000 millones de euros

¿Y a qué se deben estas diferencias?

Se debe a una mala planificación económica. Al modelo que han querido ser. Cada comunidad ha pensado: ¿Yo qué quiero ser de mayor? Y ésta pensó más en los grandes eventos, que son pan para hoy y hambre para mañana.

¿Cree que el Consell está haciendo todo lo que puede para garantizar una educación pública de calidad?

A veces titubea en cuál es su apuesta por la educación. Le falta mandar un mensaje claro del valor de la educación pública de la Comunidad. Crear nuevas estructuras educativas va a ser poco rentable. La habilidad estaría en gestionar las existentes de la mejor forma posible.

¿Qué hay del Parque Científico?

Aquí se ha ligado el Parque Científico a un proyecto urbanístico. Nosotros lo entendemos como un espacio para generar empresas de base tecnológica sustentadas en la investigación que se desarrolla en la Universidad de Alicante. Y también se genera un retorno a la sociedad a través de la empresa, a la vez que un ingreso muy importante para la universidad. Es transferencia de tecnología avanzada. En dos años se han creado cinco empresas de base tecnológica, dos están a punto de crearse y hay más de 15 en proceso de madurez ¿Dónde se instalan las empresas? Nuestro proyecto es que lo hagan en la zona del Parque Científico; pero hasta que nuestras naves nido estén funcionando, que estamos trabajando en ello y muy bien con el ayuntamiento de Alicante, se ubican en polígonos cercanos o en viveros de empresas, en colaboración con las Agencias de Desarrollo Local. Pero está funcionando, va bien y es un valor muy importante, cultura innovadora.

¿Los empresarios de la provincia invierten en investigación?

Sí. Los empresarios invierten en investigación; es decir, invierten en contratos o para resolver problemas de su empresa. Tenemos más de 900 contratos al año con empresas e instituciones. Las empresas saben reconocer el valor que tiene la Universidad y son conscientes de que el I+D+I aplicado es un valor en alza.

Han constituido una comisión conjunta entre Universidad y conselleria de Hacienda para buscar nuevas fórmulas de financiación. ¿Qué objetivos se han marcado?

Sobre todo es para ver cómo recuperamos parte de la deuda. Aún así no vamos a poder acometer todo lo que tenemos presupuestado. En el montante de la deuda de la Generalitat identificamos cuatro conceptos: la deuda histórica, de 2000 a 2008; la de 2009 a 2013; los intereses de demora; y los diferenciales de aplicación del plan anual de financiación, que han superado una cuantía económica muy importante. Respecto a la deuda histórica, durante 2013 deberían ingresarnos dos mensualidades al año, eso se recoge en un convenio hasta 2023, y no se ha incumplido; así que, de momento, hasta enero de 2014 dejamos de lado ese concepto. Ahora estamos buscando fórmulas para los otros tres conceptos. El objetivo es recuperar al menos dos mensualidades, que en el caso de la UA son 22 millones de euros, y con eso podríamos equilibrar gastos e ingresos. Estamos forzando participar del plan de pago a proveedores o del FLA. Y en ello estamos trabajando con Hacienda. Mi objetivo es recuperar esos 22 millones este año, porque de otra manera en diciembre estaremos utilizando las pólizas de crédito y tendremos que dejar de hacer inversiones en investigación o apoyo al estudiante. Yo no pensaba que me iba a dedicar a la parte económica y para no ser economista no me desenvuelvo mal, hasta me gusta. Aquí antes no existían equipos financieros ni tesorería y están cambiando las funciones de la gente. Es bueno para la situación que vivimos y aprendemos.

No se han suprimido titulaciones, pero se unifican los masteres. ¿Qué cambios supone?

Estamos trabajando el mapa de titulaciones, se va a presentar el 14 de junio. Hemos llegado a un acuerdo de mínimos. La oferta de grados que existe hoy es adecuada a la demanda, óptima, y se mantiene. En cuanto a los masteres, todavía no es momento de nada hasta que finalice el cuarto curso de los grados. Lo que vamos a ver son los masteres oficiales que se llevan a cabo en las universidades. En función de los grados que tenga una universidad tendrá un conjunto de masteres relacionados con esas titulaciones. Además, también se podrán compartir con otras universidades. Los masteres aportan ingresos sustanciosos a la universidad, que pagan los estudiantes. Por otra parte, la universidad quiere mantener la autonomía para definir la oferta de masteres y la Generalitat quiere imponer otro tipo de reglas, pero hay sintonía para llegar a acuerdos.

¿Cómo les va a afectar la puesta en marcha de la Universidad Católica de San Juan?

Competimos en cuatro titulaciones, pero yo estoy por encima del debate de lo público y lo privado. Cabemos todos. Lo que demando es que cualquier iniciativa educativa sea de calidad y que no haya desvío de actuaciones públicas hacia lo privado.

El TSJ ha anulado el Plan Rabasa. ¿Qué supone para la Universidad?

No nos afecta. Tenemos el desarrollo de nuestro crecimiento claro. No nos interfiere.

"Vamos a pagar caro el éxodo de los jóvenes talentos, perdemos futuro"

¿Qué siente cuando alguno de sus antiguos alumnos le dice que abandona España para encontrar trabajo?

Hemos generado una sociedad que se mueve mucho. Los jóvenes tienen una mente muy abierta y salir del abrigo familiar no les cuesta tanto como a nosotros. Los programas Erasmus les han facilitado que puedan encontrar trabajo en cualquier parte del mundo. Son épocas. Afortunadamente tienen capacidad para salir de España y encontrar trabajo. Me gustaría que encontraran un empleo acorde a sus estudios, pero si no puede ser aquí que sea fuera. Prefiero talentos realizados fuera, que talentos latentes dentro.

¿Y no pagaremos un precio por el éxodo de una generación muy formada?

Muy alto, porque no habrá ningún retorno de lo invertido en su formación. Ese retorno será para otros países. El éxodo de capital humano al exterior es un drama, porque estamos perdiendo oportunidades de desarrollo territorial, económico y social. Perdemos futuro.

En el Estado de Bienestar, ¿cabe que un alumno no siga estudiando por no poder pagar las tasas?

No cabe. Nosotros nos estamos esforzando y por eso estamos duplicando ayudas en el plan de emergencia, para los que estén en peores condiciones económicas. El principal valor que se puede dar a los jóvenes es la educación. Luego lees lo de gin-tonics subvencionados en la cafetería del Congreso yÉ queda un poco mal. Es una cuestión de prioridades. Y también de imagen política y social, porque hay cosas que no son acordes con la situación que estamos viviendo. Vale que es una comparación odiosa, pero ese dinero dedicado a los comedores de los colegios públicos sería mucho más efectivo. Y las copas que se las pague cada uno.

Es discriminatorio que el dinero decida quién tiene acceso a la educación.

Si entiendes la educación como un servicio público, sí. Y yo la entiendo así. Tendría que haber becas vinculadas al rendimiento académico. Hay que ajustar el sistema de becas en igualdad de oportunidades.