"El AVE llegará para las Hogueras". Esta fue la escueta respuesta que logró arrancar ayer el diputado de Compromís, Joan Baldoví, a la ministra de Fomento, Ana Pastor, en el Congreso de los diputados, durante una conversación informal que tuvo lugar en el marco de la habitual sesión de control de los miércoles al Gobierno. Los grupos habían presentado, como es habitual, una batería de preguntas dirigidas a la ministra, pero al final sólo pasaron dos, y ninguna hizo referencia a la situación de la llegada del AVE a Alicante. Una línea, la que conectará la provincia con Madrid, que sigue envuelta en interrogantes.

Ayer, una vez más, los doce diputados alicantinos que representan a la provincia en Madrid -en total, el cupo de la Comunidad Valenciana está compuesto por 33 parlamentarios del PP (18), PSOE (12), Compromís, EU y UPyD, uno cada uno- no lograron colar ni una pregunta sobre la llegada del AVE para que fuera contestada por la titular de Fomento. Pese a que tanto PP como PSOE, partidos mayoritarios, aseguran que todas las semanas tratan de interpelar a la ministra sobre el tema, al final la única intervención oral en el que Congreso que se le recuerda fue el anuncio de que el AVE llegaría para las Hogueras (San Juan) a Alicante. De momento, sin embargo, y a falta de conocer si el PSOE logrará colar una interpelación oral para la sesión de control del próximo 12 de junio, la llegada del AVE no ha salido en ninguna de las sesiones de control, pese a la incertidumbre que rodea su puesta en marcha en Alicante.

Ayer, la ministra de Fomento contestó a dos preguntas. Una sobre la llegada del AVE a Navarra, formulada por la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, y otra sobre el nuevo modelo aeroportuario para Barajas y El Prat, hecha por el socialista Román Ruiz. Lo cierto es que si que resulta difícil colar preguntas orales en las sesiones de control y, además, al final la Mesa del Congreso, controlada por el PP, tiene derecho de veto. Pero la falta de presión de los diputados alicantinos volvió a quedar patente.

Por otro lado, y en cuanto a la polémica abierta en Alicante por el déficit de conexiones de la estación-término de Alicante con el resto de la provincia, al haberse aplazado sin fecha la construcción de la intermodal, el presidente de la Cámara de Comercio, José Enrique Garrigós y el vicepresidente de Coepa, Francisco Gómez, han planteado a la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, durante un encuentro para preparar la llegada del AVE tres propuestas que mejorarían, sin necesidad de grandes desembolsos económicos, las condiciones del arranque de la alta velocidad en la provincia.

En concreto, los dirigentes empresariales plantearon rescatar la vieja idea de unir el aeropuerto con la futura estación del AVE a través de un apeadero ferroviario en Torrellano, por donde pasa el tren de cercanías Murcia-Elche-Alicante, gracias a un autobús-lanzadera; la puesta en marcha de un servicio rápido de bus entre la estación de Adif y la de autobuses de donde parte la línea discrecional con Benidorm y, por último, acondicionar el túnel subterráneo excavado debajo del aparcamiento de la avenida de la estación para que por el mismo pudieran acceder los pasajeros del AVE a la terminal subterránea de Luceros. Una solución provisional al retraso que sufre la prolongación del TRAM a la estación al haberse aplazado la construcción de la intermodal.

De menos a más

Los empresarios llevan dos semanas reuniéndose con la Conselleria de Infraestructuras para preparar la llegada del AVE, y también mantienen contactos con el Ministerio de Fomento, que les insiste, según apuntaron ayer fuentes de la patronal, en que la previsión es que la línea de alta velocidad entre Alicante y Madrid vaya de menos a más, tanto en frecuencias como en velocidades puntas.

En principio arrancará con un tiempo de viaje de 2 horas y 30 minutos, pero Fomento asegura que a partir de enero/febrero de 2014 el tiempo de viaje en los servicios directos podrá reducirse a las 2 horas y 5 minutos. En cuanto a las tarifas, que siguen siendo el gran secreto de Renfe, un portavoz autorizado del Ministerio que no quiso revelar su nombre, subrayó que la línea tendrá las mismas tarifas que el resto de los corredores de alta velocidad, incluida la posibilidad de contratar la tarifa-mesa, que permite que cuatro personas viajen compartiendo espacio y a precios muy asequibles. Habrá bonos con varios viajes y se primará la compra de los billetes con antelación, siguiendo el modelo de las líneas aéreas "low cost".