La pobreza no se evidencia sólo por los índices de desempleo, los desahucios y el incremento de usuarios de Cáritas. La pobreza también se refleja en el cierre del tejido comercial de la ciudad, algo que ha puesto de manifiesto la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas, PIC, en su Mapa de la Pobreza en Alicante en base a un estudio del urbanista y profesor de la Universidad de Alicante José Ramón Navarro que ha cuantificado 53 comercios y negocios cerrados en los alrededores de la plaza de Gabriel Miró, concretamente entre el Portal de Elche y Gadea, y entre la calle Gerona y la Explanada. Para la PIC, esta situación evidencia que "el zarpazo de realidad tampoco pasa de largo en el mismo centro de la ciudad, en el corazón del comercio tradicional".

Efectivamente, un paseo por la zona refleja los malos tiempos que atraviesa el pequeño comercio. Por ejemplo, recorrer la calle San Francisco, una de las más afectadas por los cierres, resulta desmoralizador con numerosas persianas cerradas en lo que fue una tienda de ropa, un centro de estética o una inmobiliaria y en la que ahora proliferan los anuncios de "se alquila" o "se vende". Los comerciantes que quedan luchando en la zona confían, eso sí, en los efectos de la dinamización de la calle con temática

infantil de la que ya se puede ver la calzada pintada con ondas verdes y amarillas a la espera de que se complete después de Hogueras. Tal como ha señalado a este respecto Toñi Torregrosa, presidenta de la Asociación de Comerciantes Más que Centro, "esperamos que funcione y que ayude a potenciar el comercio". Por otra parte, los comerciantes se muestran esperanzados ya que aunque algunas tiendas cierran, otras abren: "Acaban de abrir una tienda de ropa, una panadería y han arreglado una cafetería, y eso nos da ánimos, porque vemos interés, aunque otros han ido cerrando, lo que es muy triste porque hay gente que ha invertido mucho esfuerzo y dinero".

Especialmente crítico es el propio Jose Ramón Navarro, quien considera que los cierres de tiendas y negocios son un indicador importante de la situación. Aunque los cierres afectan a toda la ciudad, a juicio del urbanista el centro tradicional tiene además otros problemas como el envejecimiento de la población y un elevado porcentaje de viviendas vacías que hacen necesaria la adopción de medidas urgentes. Navarro recuerda que hace unos diez años se lanzaron dos proyectos importantes para el centro: El plan especial de urbanismo y el plan integral. "Este último estaba dotado con más de 30 millones de euros de los que 6 eran para rehabilitar viviendas", recuerda el profesor, quien considera que "se ha hecho muy poco de ese plan que era magnífico, y no vale que hablen de la crisis porque el plan se aprobó en 2003 y la crisis no estalló hasta 2008". Jose Ramón Navarro también critica lo que a su juicio es "una falta de planificación de la ciudad.

En Alicante hay una especie de mito que liga el tráfico a la regeneración comercial, de forma que tienes calles que ahora son peatonales, mañana se abren al tráfico y pasado se vuelven a hacer peatonales, y así no se avanza". Es el caso, según el urbanista, de la calle San Francisco. "Ahora la han vuelto a peatonalizar para hacer lo de la tematización para niños", un proyecto que Navarro considera "una ocurrencia en una ciudad que no sabe donde tiene su norte. Me parece una chapuza porque no responde una planificación con objetivos concretos". A juicio del experto, la recesión económica no puede ser una excusa para justificar la degradación urbana. "Al contrario, quizá este sea el mejor momento para discutir y lanzar ideas y que no nos vuelva a ocurrir lo mismo. Tenemos que pensar y aplicar medidas imaginativas.