El plan urbanístico para desarrollar el ensanche del casco urbano a través de los terrenos que libere el soterramiento de las vías ferroviarias contemplará la reducción de carriles que desde Avant se comprometieron a estudiar. De esta forma, la gran avenida de seis carriles que atraviesa la zona pasará a tener cuatro, pero ocupando el mismo espacio de modo que las aceras y la mediana serán más anchas de lo previsto inicialmente. Así lo trasladaron ayer responsables de Avant -entidad que agrupa a las administraciones implicadas en la llegada del AVE- y del Ayuntamiento de Alicante a los vecinos agrupados en la Plataforma Renfe, quienes celebraron que también se recoja su petición de reducir las alturas de los edificios en el entorno del Puente Rojo.

Uno de los miembros de este colectivo y vicepresidente de la asociación de vecinos La Voz de la Florida, José María Hernández, explicó que los edificios de hasta catorce alturas que se contemplaban en la zona del Puente Rojo -que está previsto desmantelar- se igualarán a los de siete alturas del entorno, si bien la edificabilidad se repartirá por el resto del terreno afectado por el plan urbanístico. En cuanto a la reducción de carriles, señaló que se ha aceptado reducirlos en el tramo entre el PAU 1 -donde parte de este gran vial ya está construido- y el Puente Rojo, mientras que se sigue estudiando cómo reducirlos en el tramo más próximo a la estación. En cuanto a la calle Bono Guarner, Hernández indicó que se les trasladó la intención de ampliar el vial para que pueda disponer de dos carriles, uno en cada sentido, y facilitar el acceso.

Se trata de algunos de los cambios que se introducirán en el proyecto tras el proceso de participación pública, en el que una decena de colectivos han presentando alegaciones, antes de continuar con la tramitación del planeamiento que, según indicaron los vecinos, podría estar aprobado por el Ayuntamiento en diciembre de 2013.

Los vecinos lograron que Avant se reafirmara en su compromiso de iniciar las obras para soterrar las vías de los cercanías antes de que llegue el AVE y que se ratificara en que antes del verano de 2014 no habrá en superficie ninguna vía ferroviaria, lo que permitiría desarrollar el proyecto urbanístico y su parque central. Los vecinos reiteraron su exigencia de que cuando llegue el AVE los escombros que han generado las obras se hayan retirado.