Quedarse en la plaza toda la noche, sí, siempre que fueran menos de 20 personas, pero sin dormir ni tumbarse ni utilizar ningún tipo de material que oliera a acampada. Esas fueron las reglas marcadas por la Subdelegación del Gobierno para no desalojar la madrugada de ayer a los miembros del colectivo de desempleados Marea Roja del 15-N de la plaza de la Montañeta que, tras no haber podido realizar el miércoles como estaba previsto la "acampada solidaria" contra el desempleo y la renta básica por la prohibición de las autoridades, optaron por seguir en la plaza en grupos pequeños mientras esperaban obtener ayer un permiso que, al final, no llegó.

Los miembros del colectivo, tras encontrarse el miércoles la plaza acordonada por la policía al haberles sido denegado el permiso por no presentarlo a tiempo, volvieron ayer a realizar una solicitud que les fue igualmente denegada al considerar desde la Subdelegación que el motivo de la concentración no es urgente. Para evitar conflictos y sanciones, los miembros del 15-M han optado por desconvocar la protesta y pedir un nuevo permiso con 10 días de antelación como marca la ley. "Volveremos a reunirnos el día 27 cuando ya esperamos contar con la autorización y, si no nos lo dan, ya no tendrán excusas y quedará claro no quieren que abramos en la calle el debate sobre el paro, las medidas contra la crisis y la dignidad de las personas", señalaba ayer Fernando Patón, portavoz del movimiento, quien presentaba muestras de cansancio tras haber pasado la noche en vela junto a una decena de compañeros en la plaza de la Montañeta. "Nos quedamos once personas a pasar la noche, algo que permite la ley, pero los policías nos dijeron que no podíamos dormir ni utilizar sacos ni mantas". Los intentos de uno de los manifestantes por sacar un edredón para estar más cómodos se encontraron con la prohibición de los agentes que también pasaron la noche en vela desde un furgón junto a la plaza. "Un par de veces durante la noche, un compañero sacó un edredón, pero, en cuanto lo sacaba, aparecía un policía para que lo guardara. Podíamos estar allí en los bancos pero nada de dormir ni tumbarnos", relataba ayer Patón a quien el cansancio no le impidió ayer ironizar sobre el surrealismo de la noche. "Sobre las cinco de la mañana estábamos tan tiesos en los bancos que nos pusimos a hacer Tai Chi en medio de la plaza, mientras los policías nos miraban alucinados". Ya por la mañana, uno de los agentes notificó la decisión de la Subdelegación de rechazar el permiso de la protesta por no considerarse urgente y los manifestantes optaron por desconvocar la acampada y aplazarla al día 27 "cuando volveremos a concentrarnos y esperamos entonces no encontrar la Montañeta acordonada".