Deprisa y corriendo. Así ha tenido que elaborar finalmente la Conselleria de Educación las instrucciones que deben cumplir los colegios que quieran cambiar el horario para el curso que viene y que, como principal premisa, exige la implicación de los padres con alumnos admitidos en el centro de que se trateexige laimplicación de los padres con alumnos admitidos en el centro de que se trate.

Por este motivo, habrá que esperar a que concluya el plazo para matricular a los alumnos para el curso próximo -que se extiende del 8 al 12 de julio- para convocar el referéndum a partir del día 13, en el que debe participar como mínimo la mitad más una de las familias con alumnos escolarizados en el colegio.

El sindicato de enseñanza que más se ha implicado en la puesta en marcha de la jornada única en los colegios, ANPE, admitía ayer que estas condiciones no favorecen especialmente la puesta en práctica de la jornada única tradicionalmente reclamada por el profesorado, pero que, no obstante, "se trataba de que se diera la oportunidad" del cambio. El presidente de esta formación, Laureano Bárcena, justifica que otras comunidades que ya la han implantado "empezaron muy poquito a poco". Bárcena se felicitó por el "evidente paso adelante que se da con estas instrucciones".

A la votación de "más de la mitad del censo de los representantes legales del alumnado", como recoge la normativa textualmente en referencia a la participación de los padres, le acompaña que "al menos el 85% de los votos sean positivos". Esto implica que el colegio, previamente, haya debido informar ampliamente a las familias y éstas, estar convencidas mayoritariamente de que el cambio de horario beneficiará a sus hijos.

Las exigencias de Educación con respecto a la jornada única pasan por arrancar de forma generalizada a las 9 de la mañana -y solo de manera "excepcional solicitar el comienzo de las clases a las 8.30 horas"-, y acabar forzosamente a las 5 de la tarde y en ningún caso antes. Sólo en septiembre y junio se reducirá el horario de 9 a 13.00 horas.

Media hora de recreo

Las instrucciones especifican que el descanso mínimo entre las cinco horas obligatorias de clase -agrupadas por la mañana, antes de comer-, sea de media hora.

Entre la treintena de colegios de la provincia que tienen esbozado un proyecto de jornada única que podría adaptarse a esta normativa, la tendencia apunta a incluir dos descansos o recreos de 15 minutos entre el horario puramente académico.

Educación también exige una hora y media para el servicio de comedor que será del que puedan prescindir los padres que lo deseen, porque, ya terminada la jornada académica, quedarían las clases extraescolares y voluntarias hasta las cinco de la tarde para quienes prefieran que su hijo continúe en el centro como hasta ahora. En ningún caso las extraescolares podrán suponer un gasto extra ni para las familias ni para la Conselleria de Educación.

Convenios con ONG para extraescolares que serán gratuitas

Los proyectos de jornada única que desde hace una década han elaborado un 7% de los 378 colegios públicos de la provincia, de la mano del sindicato ANPE, proponen la organización de las actividades extraescolares de la mano de ONG y asociaciones sin ánimo de lucro, además de la colaboración de profesionales de los servicios sociales municipales o incluso del Consejo de la Juventud y entidades vecinales para que pueda aprobarse el cambio de horario cumpliendo el requisito de que las actividades extraescolares sean gratuitas. Estos centros defienden sus proyectos aludiendo a una "formación integral del alumno que no termina en el horario académico", y contemplan la organización de actividades extraescolares "para un aprendizaje que fortalezca la cultura y los valores de una ciudadanía democrática".

El presidente autonómico de ANPE admite que algunos profesores deberán implicarse asimismo en las extraescolares, pero que se podrán hacer turnos en el centro porque no serán remuneradas. La búsqueda de convenios con asociaciones organizadas en torno a los consejos municipales, con los conservatorios de Música y Danza, las casas de Cultura, asociaciones folklóricas, bibliotecas e instalaciones deportivas, comprenden entidades entre las que estos centros tiene previsto moverse para la organización de forma voluntaria y gratuita de las actividades extraescolares. En última instancia el proyecto tiene que aprobarlo Educación.