Dos raciones de olleta alicantina por 0,75 euros. Abrir el envase, verter un poco de agua en el recipiente, calentar y comer... "Y con la receta de la mamá, como hecho en casa, utilizando productos naturales". Ésta es la fórmula que ofrece una empresa alicantina, nacida del vivero de Mercalicante, que mezcla la calidad de la comida tradicional con comodidad y precios asequibles para todos los bolsillos. "Y con un sabor muy natural, no tiene nada que ver con algunos de los congelados que hay a la venta", explicó ayer Norberto Navarro, responsable de I+D+i de Foodtopía, durante la presentación en las instalaciones del Mercado Central, a la que acudieron los concejales Luis Barcala y Belén González.

Hasta la fecha, la empresa ya cuenta con unas treinta recetas, entre las que destacan los platos de cuchara y las verduras. "Iremos poco a poco ofreciendo una mayor variedad. Ahora ya disponemos de olleta de garbanzo y trigo, pisto con verduras, bebida láctea, gazpacho andaluz, fresas asadas, crema de arroz con leche o pollo de verdura", indicó ayer Navarro, quien asegura que el proyecto busca una ciudad "más saludable y sostenible". Además, señaló que los productos que comercializan son también indicados para los solteros: "La comida, que es 100% natural, sin aditivos añadidos y en forma de tubo -como enormes salchichas-, puede ser repartida en raciones y mantener el resto en el congelador para una futura ingesta", resaltó uno de los responsables.

La idea de comercializar el producto en forma de tubo persigue, según los ideólogos, no generar apenas residuos con los envases, aunque son conscientes de que no es positivo para el marketing. "Buscamos productos sostenibles", señalizó Jesús Pagán, otro de los responsables de la empresa.

Los platos, que se compran congelados y en forma de tubo, ya se pueden adquirir en el Mercado Central de Alicante, que se convierte en el primer distribuidor del producto. "La gente está respondiendo muy bien, parece que gusta por su calidad y su precio. Conocí esta iniciativa en una jornada de muestra y me pareció una opción interesante", apuntó ayer Sonia, propietaria del puesto que comercializa los congelados.

Pero no se quieren quedar en Alicante, ya que la idea de negocio va mucho más allá. "Nuestra idea es crecer y vender el producto donde lo quieran. Queremos introducirnos en MercaMadrid y MercaBarna el próximo año, y así expandirnos. Hemos conseguido que el coste diario de la alimentación se reduzca a la mitad. Es la innovación puesta al servicio de los ciudadanos", matizó Navarro, en un acto de presentación que contó con un público muy especial. De hecho, los productos pasaron una de las pruebas más exigentes. Un nutrido grupo de mujeres degustaron varios de los productos que ya comercializa la empresa alicantina. Entre ellas, Carmen Seva, presidenta de la Federación Provincial de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios "Lucentum", quien afirmó que "el pisto parecía hecho en casa, no se notaba que era comida congelada. Tenía un sabor muy casero. Además, el precio también es importante en la situación actual".

Sin embargo, el producto no convenció a todos desde su principio. "Tuve varias reuniones y no acaba de ver la iniciativa. No me creí que en un tubo pudieran estar unas lentejas como las que hace mi madre. Pero me equivoqué. El producto final es barato y nada insulso ni insípido", admitió ayer el gerente de Mercalicante, José Ramón Sempere.

La empresa alicantina, que ya cuenta con casi una decena de trabajadores, basa su proyecto en el desarrollo de un sistema de cocción de comida que permite alcanzar la ebullición del agua en recipientes de hasta 2.000 kilos de comida en apenas un minuto. Las grandes ollas, donde se elaboran los productos, disponen en su interior de un circuito de placas caloríficas que conducen vapor de agua, lo que permite que el calor necesario para la cocción sea constante y se distribuya por igual.