"Si no salimos a la calle para quejarnos de esta situación, no habrá forma de que nos escuchen". Margarita Verdú, profesora en El Pinós "y madre", como recalca, lleva en el carro de su bebé una pancarta plagada de referencias "contra una LOMCE antidemocrática. Nosotros aportamos argumentos y buscamos el diálogo social", decía.

Junto a más de quince mil compañeros de toda la provincia, estudiantes y padres, recorrieron las calles de Alicante desde las escalinatas del Instituto Jorge Juan y protagonizaron una sentada en Maisonnave en la que se significó especialmente el colectivo de interinos, haciendo notar su malestar con los sindicatos de CC OO y UGT por haber firmado el acuerdo de la rebaremación de las bolsas con las oposiciones. "La base de lo que sucede a los interinos es también la de la LOMCE, la selección de los estudiantes por una mal entendida excelencia", precisó José Antonio Pérez, portavoz de la Coordinadora de Interinos.

"Nuestros hijos no se merecen estos vaivenes en la educación con tanto cambio de ley", apuntaba el representantes de los padres en la FAPA Gabriel Miró, Ramón López, sumando fuerzas en la manifestación aunque no estaba de acuerdo con la huelga.

Los escolares del Emilio Varela o El Palmeral de Alicante llevaban orgullosos sus propias pancartas reclamando el derecho a una educación gratuita y para todos; y las referencias a películas de terror con el ministro Wert como protagonista, jalonaban de arriba abajo la marea de defensores de la enseñanza que, como una sola voz, pidieron la retirada de la nueva ley y que acaben los recortes. "En el Enric Valor perdemos cuatro profesores y la enseñanza de 20 años en Francés", se lamentaba Pepa Martínez, profesora del centro.

De Petrer, la Vega Baja, Elda, El Campello, Sant Joan, Marina Baja, San Vicente del Raspeig y centros de Alicante, así como de todos los grupos políticos en la oposición y de la Universidad de Alicante, surgieron voces que los estudiantes resumieron en un: "Queremos estudiar sin tanto puteo".