Llegó a Alicante con apenas unos años de vida. "No recuerdo nada de Vitoria, ciudad en la que nací por el trabajo de mi padre", apunta. En la capital alicantina, por tanto, Fran Corbalán (1985) construyó una vida que hace apenas unos meses dio un giro radical. "Estudié Empresariales y luego me licencié en Ciencias del Trabajo, ambas carreras en la UA. Cuando empecé, allá por 2003, todo era optimismo, nos aseguraban que saldríamos de la universidad con carrera. Lo veías muy fácil". Sin embargo, poco a poco todo fue torciéndose. "Al terminar la primera titulación, el ambiente ya estaba algo enrarecido, por lo que decidí seguir preparándome y esperar que pasara la tormenta, que por entonces parecía momentánea". Pero no fue así. "Fuimos comprobando que el presente no tenía nada que ver con el futuro que nos habían vendido años atrás", matiza el joven.

Antes de tomar la decisión de emigrar, Fran estaba "desempleado, sin derecho a ninguna prestación". "Al margen de alguna práctica, mi vida laboral se resume en unos meses al año en los que trabajaba en una entidad pública. Era un trabajo estacional".

Ante esa situación laboral, Fran decidió probar fortuna lejos de su Alicante de adopción. "Soy una persona muy ligada a mi ciudad y a mi gente. En Alicante, he sido muy paciente, me he formado y he buscado oportunidades. Para casi nada. Tampoco aspiraba a mucho, sólo quería un trabajo relativamente estable y relacionado con mis estudios... Pero en España, la situación es muy incierta. Y yo no valgo para estar en casa, viendo cómo pasan los días, buscando alguna oferta laboral de manera inútil", explica Fran, quien admite no tener pretensiones muy altas: "No soy la persona más ambiciosa del mundo, no pretendo que mi carrera profesional sea la más brillante, sólo quiero trabajar de lo que me gusta y, a ser posible, vivir con cierta dignidad. En España es imposible. En casi dos años, sólo tuve una entrevista seria".

Fran eligió Londres por su dinamismo. "De hecho, encontré trabajo en apenas una semana. Y pese a no tener un nivel de inglés para aspirar en un periodo corto a un trabajo cualificado, estoy viviendo una experiencia muy positiva. Eso sí, espero en poco tiempo aspirar a algo mejor", explica Fran, que desde febrero trabaja en la limpieza de un hotel.

Pero en su decisión, no sólo influyeron las oportunidades laborales que ofrece la capital británica. "Tenía a un viejo amigo que me prestó toda la ayuda necesaria. Eso fue fundamental, ya que se agradece mucho cuando llegas nuevo a un sitio. A mi llegada, me marqué un tiempo de dos meses para encontrar trabajo. Y lo conseguí, aunque por aquí ya nada es una ganga. He conocido a gente que se ha tenido que volver a casa".

Por ahora, Fran trabaja en el servicio de limpieza, pero ambiciona a mejorar. "Aquí puedes avanzar, y esa es mi idea. Crecer dentro o fuera del hotel, hasta trabajar en algo relacionado con mis estudios. Ahora, mi prioridad es mejorar el inglés, porque me puede abrir muchas puertas. ¿Volver? No lo sé, los políticos están haciendo polvo a una generación".

De Alicante, reconoce que echa de menos la temperatura... "Veo las fotos de mis amigos en la playa y me da una envidia tremenda. Les echo mucho de menos... ¡nadie se lo puede imaginar!".

"Fran es muy de aquí, echa de menos quedar con los amigos para arreglar el mundo"

"Está muy bien, le vi cómodo en la ciudad e ilusionado con su nueva vida, pero sé que echa mucho de menos quedar con los amigos e intentar arreglar el mundo en torno a unas cervezas", asegura Raúl Chicano, amigo de Fran, que junto a otro colega de la infancia viajaron a Londres hace diez días de visita.

Raúl, un licenciado que trabaja en una agencia de posicionamiento en Alicante, admite que emigrar es una "difícil decisión", aunque espera que Fran regrese pronto a casa. "Apuesto que en un par de años está de vuelta. Fran es muy de aquí, muy de Alicante. Aunque cuando regrese lo hará con mayor experiencia y con un idioma muy mejorado. Él es muy cabal, muy currante; lo intentará todo para que la experiencia le salga lo mejor posible", asegura Raúl, que también valoró marcharse: "Lo miramos hace un par de años, pero a mí me salió trabajo, así que Fran se quedó solo. Yo, sin embargo, no me hubiera ido a Londres. Habría apostado por el sur, alguna ciudad con mayor calidad de vida".