La ex directora general de Ciudad de la Luz, Elsa Martínez, ha declarado que en 2009 ella misma tomó la decisión de dejar de pagar a Aguamarga Gestión de Estudios, pero ha aclarado que no lo hizo "de forma arbitraria, sino con la ley en la mano", dado que la gestora del complejo cinematográfico incumplía su obligación de presentar los correspondientes "informes de actividad por objetivos".

En el juicio celebrado este jueves en el juzgado de primera instancia número 7 de Alicante para resolver el contrato entre Ciudad de la Luz y Aguarmarga, que ha quedado visto para sentencia, la dirección del complejo cinematográfico ha reclamado al juez que dé por rescindido el contrato desde el año 2010, mientras que Aguamarga ha defendido que el contrato está "plenamente vigente" y ha reclamado una deuda de 11 millones de euros en concepto de canon y daños y perjuicios.

A lo largo de la vista han prestado declaración siete testigos, entre ellos los exresponsables del complejo y el actual director, José Antonio Escrivà y varios responsables financieros, mientras que otros tantos testigos han excusado su presencia y su testimonio será incorporado posteriormente a las diligencias.

Elsa Martínez, la que fuera directora de los estudios entre agosto de 2009 y septiembre de 2011, --cuando Ciudad de la Luz suspendió el pago del canon y rescindió el contrato con Aguarmarga--, ha recordado que ella llegó a su puesto con la "orden de inspeccionar lo que estaba ocurriendo, porque las cosas no estaban funcionando como era deseable".

Por ello, según ha dicho, inmediatamente reclamó a Aguamarga que presentara los informes preceptivos por sus servicios, documentos que sin embargo "nunca" llegó a recibir. "Estuve meses y meses enviando del orden de 300 correos electrónicos a Aguamarga, reclamando los informes por objetivos, y todo lo que conseguí fue un planillo de los espacios que se iban a ocupar", ha detallado.

"Sí me entregaron un documento con un papel blanco en el que había algo escrito, pero eso yo no lo considero un informe, y tengo una extensa experiencia haciendo informes", ha añadido.

A lo largo del año 2010, y tras no pagar el canon correspondiente a los primeros cuatro meses, Aguamarga reclamó reiteradamente a Ciudad de la Luz este pago, mientras que Martínez insistía en pedir los citados informes.

El desencuentro entre las dos partes llevó en octubre de 2010 a Ciudad de la Luz a rescindir el contrato unilateralmente en base a los supuestos incumplimientos de la gestora, por la muerte del presidente de la compañía, el director Luis Garía Berlanga y la entrada en su consejo de administración de personas que, en opinión de la administración, carecían del "reconocimiento y la capacidad profesional requeridos".

En este sentido, el abogado de Aguamarga ha defendido la continuidad de los socios fundadores de la mercantil, y ha considerado que fue el retraso en la construcción y entrega de las instalaciones, así como la "campaña de acoso" a la que Ciudad de la Luz supuestamente sometió a la gestora, lo que impidió a la mercantil realizar su actividad "con normalidad".

El letrado de la mercantil además ha considerado que "aún no se han ejecutado las obras comprometidas en el contrato firmado por ambas partes en 2005", por lo que su cliente "podría continuar gestionando el complejo hasta el año 2020".

"UN MADRID ARENA O UN TERRA MÍTICA"

Durante su interrogatorio, el actual director general de Ciudad de la Luz, José Antonio Escrivà ha mostrado su malestar por la decisión de Aguarmarga de organizar, en los últimos meses, eventos ajenos a la actividad puramente cinematográfica en las instalaciones, como catas de vinos, sesiones de gimnasia, paseos en limusina o recepción de congresos.

"Yo entiendo que debe alquilarse sólo a profesionales, les he dicho que tengan cuidado, porque no queremos tener ahí un Madrid Arena", ha señalado, en referencia a una petición que recibió el complejo para acoger un macroconcierto de música electrónica.

En esta línea, preguntado por las visitas guiadas que ofrecen otros estudios como los Pinewood, --en Inglaterra--, Escrivà ha explicado que "en ese caso son visitas guiadas a zonas preparadas para que vayan niños, pero no entran en los estudios", y ha asegurado que él no quiere "convertir Ciudad de la Luz en un Terra Mítica".

Así mismo, ha recordado que Aguarmarga autorizó la visita a los estudios de grupos escolares y de estudiantes, y organizó visitas en las que los participantes "por 20 euros podían hacerse fotos en algunos decorados". Esta iniciativa sin embargo motivó las quejas de los productores, que al ver esas imágenes en prensa protestaron porque desvelaban escenarios de grabaciones aún sin estrenar, ha comentado.

Escrivà también ha asegurado que la Institución Ferial Alicantina (IFA) y otros espacios de congresos de la provincia se han dirigido a la Ciudad de la Luz para quejarse igualmente por la competencia que supone esta actividad del complejo.

"ORDEN DE CESAR LA ACTIVIDAD CINEMATOGRÁFICA"

El litigio entre ambas partes se produce en un contexto marcado por la decisión de la Comisión Europea, que en mayo del pasado año dictaminó que las ayudas concedidas por el Gobierno autonómico a la Ciudad de la Luz, y cuyo importe ascendió hasta los 265 millones de euros, eran "ilegales" y ordenó su devolución.

Al respecto, Escrivà ha explicado que tras la resolución de Bruselas, su superior, el director general de Proyectos Estratégicos de la Generalitat Valenciana, Ignacio Ventura, le "dio una orden interna para cesar la actividad de Ciudad de la Luz".

Aguarmarga Gestión de Estudios mantiene que esta orden no impone el cese de la actividad, sino la devolución de las ayudas, extremo que sin embargo ha negado la directora de Gestión de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV) Marta Bellod, quien ha declarado que la resolución "sí implica que deje de funcionar en el mercado hasta que se devuelvan las ayudas".