La crisis económica y una deuda de la Generalitat Valenciana que roza los 800.000 euros han llevado a los responsables de la Clínica Mediterránea de Neurociencias, ubicada en la partida del Bacarot, a declarar el centro médico en concurso de acreedores "con el objetivo de su liquidación y cierre en las próximas semanas", según explicó ayer Pedro Antón, director de la clínica. El Boletín Oficial del Estado publicaba ayer un edicto declarando en concurso voluntario ordinario al centro.

El cierre de la clínica, especializada en hospitalización psiquiátrica y daño cerebral, "afecta a 66 trabajadores". Aunque es de carácter privado, el centro contaba con un acuerdo de la Generalitat para atender a niños y jóvenes con problemas psiquiátricos. Actualmente había ingresados, a través de estos acuerdos, "unos siete menores y otros tantos que acudían al hospital de día". Estos menores tendrán que ser derivados ahora a otros recursos.

La Clínica Mediterránea de Neurociencias abrió sus puertas en 2001 y durante estos años "hemos atendido a más de 5.000 pacientes de toda la provincia, España, así como de otros países del extranjero". En este sentido, el director del centro mostraba ayer su "pena y pesar" por los enfermos. "Durante todos estos años nos hemos podido mantener a flote, y llegamos a tener más de un centenar de trabajadores, pero el proyecto es ya inviable". El grueso de la atención de este centro era la hospitalización psiquiátrica, "aunque también contamos con una unidad de rehabilitación de daño cerebral y otra de radiología", explica Antón. Ahora tendrán que ser los 150 accionistas de la clínica quienes decidan el futuro del inmueble, "por lo que en los próximos días se celebrará una junta".