La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, ratificó ayer el anuncio hecho la semana pasada a los sindicatos, y confirmado por el presidente Fabra el día de Santa Faz, de que Línea 2 del tranvía, la que unirá Alicante y San Vicente con parada en la Universidad, se inaugurará a finales de agosto y estará completamente operativa para el inicio del curso universitario 2013-2014. La línea estará gestionada por la empresa Ferrocarriles de la Generalitat, y en un principio estará operativa de entre las 6 y las 23 horas, con una frecuencia cada 15 minutos que se reducirá a 8 minutos en las horas punta que se acuerden con la Universidad de Alicante, y de 30 minutos entre las seis y las siete de la mañana y las 19 y las 23 horas. La consellera apuntó, en este sentido, que los técnicos se creen ahora el estudio que les trasladó el comité de empresa de Ferrocarriles, que señala que la línea 2 será rentable a partir de los 3 millones de pasajeros al año, cifra que Bonig confía en alcanzar durante el primer año de operaciones.

La titular autonómica de Infraestructuras y Transportes se presentó en Alicante mucho más relajada que en anteriores ocasiones. Se atrevió a citar a la fallecida exprimera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, cuando subrayó que ella sigue creyendo que la gestión privada es el mejor modelo para el transporte, e incluso llegó a pedir a los alicantinos perdón por el retraso en la puesta en marcha del tranvía a la Universidad.

Los argumentos

"Ni somos sectarios ni tengo nada contra Alicante, y el motivo de la demora no ha sido otro que el que había unos pliegos de condiciones que, por las circunstancias económicas, no se podían cumplir. El que se licitó en diciembre de 2010 se declaró desierto porque, sencillamente, no teníamos los fondos y la situación se empeoró. Intentamos sacar otro pero nunca llegó a plantearse porque planteaba un desembolso de 110 millones de euros en 20 años y la Conselleria de Hacienda no nos la aceptó", explicó Isabel Bonig.

Falta de presupuesto que se ha convertido al final en la principal razón por la que la consellera Bonig ha hecho caso, finalmente, a lo que le reclamaba el comité de empresa de Ferrocarriles, que siempre se mostró abierto a la gestión pública del tranvía, tal como funcionan las líneas a Benidorm, El Campello y la playa de San Juan. Dos años de resistencia numantina que desde ayer son historia.

La consellera no quiso entrar a valorar la decisión de la empresa Subús de reclamar en el Juzgado la explotación cautelar de la línea, porque "está en su derecho, y habrá que esperar el fallo del juez, pero reclamaciones judiciales tenemos todos los días", subrayó la consellera, y tampoco descartó una futura privatización, pero "es algo que ahora no se contempla".

Según el estudio del comité de empresa de Ferrocarriles de la Generalitat, la gestión pública de la línea 2 del tranvía generará un beneficio de 52.000 euros en el primer año de funcionamiento. El informe sostiene que los ingresos en el primer año alcanzarán los 2.817.845 de euros (venta de billetes y publicidad), al existir una previsión de 2,8 millones de viajes, frente a un coste marginal de 2.765.648 euros. La proyección para 2017 es de 1.400.000 euros, según recoge el estudio del comité.