Los ciudadanos de Alicante han demostrado hoy su devoción por la Santa Faz al acudir masivamente a la romería que cada año conduce este sentimiento de afecto y fe hasta el monasterio donde desde hace varios siglos se guarda esta reliquia.

Tal es este cariño, algunos por tradición cultural y otros por sensibilidad religiosa, que las primeras estimaciones municipales de participación apuntan a 270.000 personas, una cifra que bate todos los registros alcanzados hasta la fecha.

Aunque la romería hasta este monasterio de la Orden de las Hermanas Clarisas ha comenzado oficialmente a las ocho de la mañana, horas antes miles de alicantinos ya habían iniciado su particular peregrinación.

Se trata de una fecha -el segundo jueves después de la Semana Santa- marcada siempre en el calendario, y quizás este año con mayor trazo después de que Benedicto XVI, semanas antes de que presentara su renuncia, otorgara carácter de "Año Jubilar" a esta romería.

La peregrinación ha contado con el beneplácito de una buena climatología en una jornada festiva seguida y respaldada por personas de todas las edades, clases sociales y sensibilidades.

Presidida por el obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, encargado de oficiar la misa que posteriormente se ha celebrado en la plaza del caserío, a la romería ha asistido el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra y varios miembros del Consell, el subdelegado del Gobierno en Alicante, Alberto Martínez, y autoridades locales, entre ellas la alcaldesa, Sonia Castedo.

A esta peregrinación oficial y religiosa se suma cada año la que ya ha sido denominada como "comitiva cívica", integrada por representantes de partidos políticos de izquierda y colectivos para quienes esta festividad es una tradición cultural.

Uno de los participantes en esta comitiva cívica ha sido el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, y el portavoz del Grupo Socialista Municipal, Miguel Ull.

En su reivindicación de identidad, los alicantinos han portado para esta romería los antiguos blusones negros de labrador y los pañuelos blanquiazules, han acompañado su paso con cañas con romero y han recuperado fuerzas con rollitos de anís y mistela.

"La Peregrina", como así se la conoce, ha llegado al monasterio poco antes de las diez de la mañana.

"Faz divina, misericordia" es la exclamación en forma de rezo que cada año se repite cuando la Santa Faz es retirada del camarín donde se guarda para ser expuesta en la plaza del caserío ante la atenta mirada, en muchas ocasiones acompañada de lágrimas de devoción, de miles de personas.

Tras concluir la misa, Fabra, en declaraciones a la prensa, ha destacado que esta romería es "un sentimiento de devoción, de compromiso con las tradiciones, de comprobación de la fuerza de un pueblo que sabe ir unido, que sabe hacer camino y que, sobre todo, saber ir de la mano para poder atender las necesidades de futuro".

"Hoy hemos tenido la ocasión de ver el sentimiento, el fervor y la fe. Pero, sobre todo, el compromiso de muchas personas que lo que quieren es seguir andando juntos para poder conseguir el mejor futuro", ha señalado.

Como respuesta de agradecimiento a la concesión del "Año Jubilar" de la Santa Faz, Castedo y el obispo han anunciado hoy que enviarán mañana sendas cartas al Vaticano para invitarle al nuevo Papa Francisco a que visite el monasterio.

La regidora ha indicado también que esta iniciativa será reforzada con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien será recibido el próximo día 15 por el Papa, con quien hablará, dentro de la agenda con el Pontífice, de esta invitación.

Por su parte, el líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha expuesto que esta romería es un acto de fe y de reivindicación de las fiestas. "El Mediterráneo tiene muchos atractivos y uno de ellos es nuestra cultura e identidad", ha añadido.

Aunque la jornada transcurre con normalidad, los efectivos sanitarios habían atendido hasta este mediodía a una veintena de personas por lipotimias, a cerca de 30 por rozaduras y una mujer de avanza edad ha sido trasladada hasta el Hospital General de Alicante por un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de una caída accidental, según ha apuntado el edil de Seguridad, Juan Seva.