Ausencia de unanimidad en la provincia ante la convocatoria de una huelga general de la enseñanza pública, desde las escuelas infantiles hasta la universidad, para el próximo 9 de mayo. Se trata de la primera movilización conjunta de padres, profesores y alumnos y en todas las etapas educativas que se organiza en España.

La división empieza en los sindicatos educativos. Así por ejemplo, ANPE y CSIC ya han avanzado que no secundarán la huelga. Los primeros son partidarios de agotar la vía negociadora, mientras que los segundos quieren esperar a la reunión que el Ministerio de Educación ha convocado para el próximo martes con el fin de hablar con las distintas centrales sindicales acerca del proyecto de Ley de Mejora de la Calidad de la Educación (Lomce) y el Estatuto Docente.

El STEPV seguirá pisando el acelerador y mantiene las movilizaciones, entre ellas manifestaciones el próximo sábado -en la provincia se centraliza en Elche, en la plaza de las Chimeneas, a las 11 horas- por la pérdida de puestos de trabajo. El sindicato resaltó ayer que la Conselleria de Educación suprime 1.793 plazas y crea 1.090 en educación Infantil y Primaria. "Per un ensenyament públic i de qualitat. Ni retallades ni rebaremació del professorat interí", es la movilización que está convocada también por AFID y la Coordinadora de Interinos.

La huelga general está convocada por la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, integrada por CC OO, UGT, CGT, STES-i, Sindicato de Estudiantes, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) y Movimiento por la renovación pedagógica.

Solidaridad pero no respaldo

Además de en los sindicatos, también hay división entre las distintas asociaciones de padres de alumnos de la provincia. La mayoritaria, la Gabriel Miró, aunque está integrada en la Ceapa, anunció ayer que es partidaria de que sus hijos no pierdan más horas de clase y por tanto no harán huelga. No obstante, su presidente, Ramón López, sí indicó que atenderán el resto de actos de protesta que se lleven a cabo siempre que no tengan incidencia en el horario escolar.

López está de acuerdo en que la Lomce "no es una buena ley, como tampoco lo fueron las anteriores", y criticó que los consejos escolares pasen a ser únicamente órganos consultivos. En el caso de la FAPA Enric Valor, la decisión de apoyar esta huelga está por decidir aún.

Por su parte, desde la permanente de directores se mostró la conveniencia de dar "una respuesta contundente" para frenar los recortes. "La situación en la escuela pública es muy complicada y algunas acciones hay que tomar", indicó su representante Ginés Pérez.