Clavos de forja entre 13 y 18 centímetros, una corona de espinas, flagelos de cuero acabados con bolitas de metal o plomo, y hasta una reproducción de la denominada "lanza del destino", cuya pieza original está en un museo de Viena y que según la leyenda hará invencible al ejército que la posea. Son algunos de los elementos de la Pasión de Cristo que se exponen estos días en la iglesia de Villafranqueza, en las viejas hornacinas recién descubiertas, obra del artista local Miguel Ángel Rodríguez Ponce. Peluquero de profesión, ha tardado dos meses en elaborar siete piezas a petición del ayudante del sacerdote Juan José Ferri, "y las he hecho lo más exactas que he podido", dijo. También está la columna de tortura y un cartel en latín, griego y hebreo.

La muestra se completa con una reproducción de la última cena del Señor en el altar de una de las capillas con copas de vino, higos, pasas, y dátiles sobre piezas de platería y muebles que Ferri ha aportado y que guarda su familia desde hace generaciones. Ahora Rodríguez Ponce está trabajando en el nuevo trono del Cristo Yacente de Villafranqueza y en una Piedad. "Y todo por devoción".