El Banco de España ha alertado a la Fiscalía Anticorrupción de la posibilidad de que inversores rusos estén aprovechando España y, en concreto la costa de la Comunidad Valenciana (Calp y Benidorm) para tratar de blanquear fondos provenientes de Chipre a través de transferencias bancarias. La investigación comenzó, según informó ayer Televisión Española, a principios de 2010. Desde el 1 de enero de ese año hasta ahora, a España han llegado 5.000 millones de euros desde bancos chipriotas, procedente de transferencias ordenados por ciudadanos de la Federación Rusa para pagar una propiedad inmobiliaria. Los bancos españoles han rechazado la mitad de esas transferencias que son las que están siendo investigadas ahora por la Fiscalía Anticorrupción.

En reportaje de TVE, emitido en los telediarios de ayer a mediodía y por la tarde, un agente de la Udyco (Policía Nacional) relató que en estos últimos dos años se habían detectado fuertes inversiones inmobiliarias en Calp y Benidorm, dado el auge que tiene la Costa Blanca entre los compradores rusos. En la provincia operan más de cien agencias inmobiliarias (según TVE) dedicadas a la venta de viviendas a ciudadanos rusos que tienen en la franja costera de la provincia un lugar donde pasar las vacaciones.

Lo cierto es que entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de diciembre del pasado 2012, los inversores rusos compraron un total de 6.297 propiedades inmobiliarias en la Comunidad Valenciana, a un precio medio de 200.000 euros. En total, la facturación rondó los 1.300 millones de euros, según estimaciones de la patronal inmobiliaria de la provincia con datos del Colegio Notarial de Valencia. Todas, operaciones perfectamente legales. La vinculación de la Costa Blanca con dinero "sucio" procedente de Rusia no es nueva. El Gobierno siempre ha descartado que haya mafia rusa en la provincia.