Estados Unidos acaba de reconocer la trayectoria científica del catedrático de la Universidad de Alicante, José Miguel Martín Martínez, por su investigación sobre el plástico, coronándose como el primer español que logra esta distinción de la Sociedad Americana de Adhesivos.

Es la mayor distinción que concede la sociedad de adhesión más prestigiosa del mundo y que puede conseguir un investigador. "Me hace mucha ilusión por varias cosas -confiesa el galardonado-. Es la primera vez que recibe la distinción un español y además en el tema de la adhesión fui el primero en este país, sin referencias".

Doce años de intensa actividad en un laboratorio que ha crecido al compás de la propia Universidad de Alicante, este doctor en Ciencias por la Universidad de Granada ha desarrollado toda su carrera científica en Alicante, en el departamento de Química Inorgánica. "Voy al congreso americano desde el año 91, donde se presentan los últimos avances en este campo". Y se acaba de llevar el mayor de los premios.

Los comienzos fueron muy duros -"me lo he currado", reconoce-. En Estados Unidos, Francia y Holanda aprendió la técnica, entonces centrada en la aplicación de adhesivos en el sector del automóvil o la aeronáutica, y José Miguel Martín amplió el espectro a la industria propia de la provincia: el calzado, el juguete, la piedra natural y el embalaje alimentario.

Sin crisis

"Soy prácticamente el único en el mundo centrado en este campo, de ahí que más del 90% de la financiación que obtengo proviene de las empresas". La crisis, por tanto, le pasa de refilón hasta el punto de que incluso le faltan manos para llevar a cabo proyectos que "deberán esperar a 2014. Estoy desbordado. Como no hay referentes, las empresas nos buscan y no damos a basto". Cada año genera para la UA ingresos por valor de 350.000 euros en investigación privada: "Consiste en diseñar procesos de unión o adhesión y como la herramienta que usamos siempre es la misma, podemos abarcar todos los campos. Hoy en día todo se pega", sentencia.

Trabaja tanto en envoltorios desechables de salchichas como en prótesis invisibles para los que tienen las orejas despegadas, esta última empresa en Extremadura y con la que se ha abierto camino en el campo de la estética. En lugar de coser heridas tras un lifting se pone un adhesivo sin cicatriz y las intervenciones quirúrgicas de hasta siete centímetros las cierra sin cura posterior, muy demandado en veterinaria. Ha logrado adhesivos que solidifican en menos de 20 segundos para cerrar tejidos, totalmente revolucionario como alternativa a la sutura.

El del arte es otro de los campos que más fascinan a este investigador. Con la Politécnica de Valencia y el Instituto de Restauración del Patrimonio prepara adhesivos reversibles que reclaman desde el MOMA de Nueva York, y en un par de años no descarta sorprender con nuevas aplicaciones.