­Los médicos que ingresen menos pacientes desde Urgencias o los que eviten que los enfermos acudan en exceso a los centros de salud cobrarán más al final del año. Estos son algunos de los 49 criterios que el departamento de Manuel Llombart tendrá en cuenta para distribuir este año 18,5 millones de euros entre los 600.000 profesionales que trabajan en hospitales y centros de salud de la Comunidad Valenciana en concepto de productividad variable.

Indicadores que se suman a otros como el ahorro en medicinas, pruebas diagnósticas o en la derivación de pacientes a las consultas de los especialistas. Todo en aras de lograr un mayor ahorro.

La Conselleria de Sanidad ya está dando a conocer a los responsables de los departamentos sanitarios los 49 indicadores sobre los que se basará el reparto de estos incentivos, los denominados acuerdos de gestión. Unos objetivos que serán analizados mensualmente en cada departamento sanitario.

Si bien este tipo de herramientas llevan en funcionamiento desde 2004, este año se ha reducido drásticamente el número de indicadores «y se han orientado en exceso al ahorro puro y duro», según denunció ayer Pedro Plou, presidente del Sindicato Médico (Cesm) en la Comunidad Valenciana.

Así, entre el medio centenar de indicadores destacan los dirigidos a «gestionar adecuadamente la demanda» y entre los que figuran minimizar los ingresos de pacientes procedentes de Urgencias y reducir la denominada «hiperfrecuentación en atención primaria», es decir, los pacientes crónicos que acuden en exceso a su médico de familia. En este terreno, Sanidad pagará más a los médicos que menos enfermos deriven al especialista y, también en el área de Urgencias, a los que atiendan a los pacientes en el menor tiempo posible.

Para Pedro Plou, este tipo de indicadores son cuanto menos, «perversos» y en muchos casos «contradictorios. Todo se resume en que aquel médico que es antipático con sus pacientes y que no les da un trato adecuado se beneficia porque llega un momento en el que los enfermos evitan ir a la consulta y el que es amable y buen profesional, no cobra». En este sentido, algunos de los puntos que plantea Sanidad «fomentan la mala praxis profesional»

Sanidad también pretende reducir el número de cesáreas en grupos de bajo riesgo, como son parturientas de menos de 35 años, que estén entre la 37 y la 41 semana de gestación, entre otros criterios. Un indicador «bastante cuestionable», a juicio del presidente del Cesm. «Si en un área sanitaria hay un exceso de cesáreas, lo lógico es ver por qué se producen y buscar una solución, no reducirlas por meras cuestiones económicas». Algo similar ocurre con otro de los indicadores, orientado a reducir la estancia media hospitalaria. «Hay que ver por qué los pacientes están ingresados más tiempo del necesario, a lo mejor es porque se dan retrasos en la realización de algunas pruebas, y la solución no es reducir los días sin más».

Plou critica que para muchos de los indicadores, el personal sanitario poco tiene que ver. «A través de los acuerdos de gestión Sanidad propone reducir las listas de espera, pero los médicos poco podemos hacer en un problema que es puramente político». En este sentido, Plou recuerda que «el capítulo de personal está congelado, así como la compra de material o nuevos aparatos». «¿Cómo pretenden reducir así la lista de espera?», se pregunta. Los médicos, añade, «se supone que cobramos un sueldo por hacer nuestro trabajo adecuadamente. Si un radiólogo hace 40 radiografías al día, porque es el número adecuado a sus horas de trabajo y a lo que marcan las sociedades científicas, pero hay una lista de espera de 300 pacientes, la culpa no es suya. Habrá que poner más radiólogos y más equipos a trabajar».

Optimización de costes

Una parte importante de los indicadores va destinada a la optimización de los costes, con propuestas como la disminución de gastos en guardias y atención continuada, en adquisiciones de farmacia hospitalaria o en el importe por receta. Y es que Sanidad ha puesto un especial empeño en reducir la factura en medicamentos, que se come buena parte de su presupuesto. Para ello, se van a revisar los historiales de miles de pacientes polimedicados y se va a crear un nuevo sistema para recetar medicamentos a determinados enfermos crónicos de tal manera que los médicos sólo podrán recetar las medicinas más baratas. En caso de querer recetar un medicamento más caro, tendrán que justificarlo.

El responsable del Sindicato Médico recuerda que en su origen los acuerdos de gestión «eran una buena fórmula porque incentivaban al profesional que más aportaba al sistema para su mejora», sin embargo, «con el paso de los años han perdido ese cometido inicial». Por otro lado, el responsable del Cesm recuerda que este año la partida presupuestaria para la productividad variable se ha recortado de 22 millones de 2012 a los 18,5 que se darán este año.