Han desaparecido del mapa los 213.000 euros que la Conselleria de Educación destinaba para ayudar a los miles de profesores interesados en mejorar su cualificación profesional, lo que revertía en la enseñanza directa de los alumnos, como método de combatir el fracaso escolar.

Una media de más de 2.000 docentes decide anualmente cursar nuevas titulaciones, doctorados o másteres, e incluso salir al extranjero para incrementar su dominio del idioma, en lo que tanto énfasis está poniendo Educación para implantar el plurilingüismo. El presupuesto anulado se repartía entre quienes acreditaban los cursos y su coste.

A partir de ahora, tal y como denuncia Alejandro Lorente, responsable de formación en la federación de CC OO, la mejora de la preparación del profesorado "queda restringida a los cursos que determina la propia conselleria, con sus únicos criterios, a través de los Cefires". El delegado de l'Alacantí-Les Marines, Francisco García, ironiza que la salida que queda a los profesores es "apuntarse a cursos tan formativos para ellos y sus alumnos como el de las apariciones marianas", que imparte exclusivamente en Alicante el Obispado en coordinación con la conselleria. También los Cefires o centros de formación docente se han visto recortados de 17 a 11 en toda la Comunidad.

Itinerarios personales

"El nuevo modelo de formación de la Conselleria de Educación supone que el profesorado está a expensas de lo que oferte la propia conselleria, via Cefires, algo sesgado pedagógicamente porque siempre está pensado desde el punto de vista de la administración", se queja Lorente.

Este representante docente considera fundamental que cada profesor pueda organizar su propio itinerario profesional en función también de las necesidades de la plantilla del centro en el que da clases, para poder actualizar sus conocimientos o adquirir alguna otra especialidad, y seguir en el mismo centro afianzando el equipo pedagógico: "La Administración tiene su propia política de formación sobre lo que cree oportuno en un momento determinado, pero en el perfil del trabajo docente es importante desarrollar un itinerario formativo propio", concluye Alejandro Lorente.

El salario diferido se ofertaba desde 1995

Tras los sucesivos recortes que han venido sufriendo las partidas de formación docente en los últimos años -hasta el punto de que en el último ejercicio de 2012 se presupuestaron sin que finalmente llegara a hacerse pública la convocatoria para poder recibir las ayudas-, esta vez, sin que mediara negociación alguna con las centrales sindicales, Educación las ha borrado del mapa presupuestario. Databan de los acuerdos del año 1995 y se consideraban una especie de salario diferido, porque permitían a los profesores recibir un complemento económico para formarse en las áreas que considerara oportunas para desarrollar con mayor cualificación su tarea pedagógica. V. B.