Llevaba ocho años como periodista en la sección de Deportes en la televisión autonómica valenciana, cuando la empresa decidió no renovarle el contrato. "Hubo un cambio en la legislación laboral y los responsables tenían dos opciones: hacerme fijo o abrirme la puerta de salida. Optaron por lo segundo, para así colocar a gente afín", asegura el ondarense Toni Marí, que por aquel entonces, a mediados de 2007, empezó un recorrido que le ha llevado hasta Ciudad de México, donde se encarga de generar contenido en las redes sociales para una marca de bebida isotónica.

Toni estudió Periodismo en la Universidad de Valencia. Pronto le sonrió la suerte: "Entré como becario durante un verano en la televisión y allí me quedé. Siempre hice deportes, un año en Alicante y el resto en la redacción de Valencia. De esos años, recuerdo el cosquilleo previo a los directos y el ver cómo cada día cumplía mi sueño de juventud, poder informar a la gente de lo que sucedía en la calle", explica el alicantino, que recuerda con "impotencia" cuando su etapa de ocho años en la televisión llegó a su fin: "No fue una decisión profesional, eso fue lo que más me dolió. No se valoró mi trabajo".

Engrosando las listas del paro por primera vez en su vida, Toni, con 32 años, empezó a buscar nuevas oportunidades en su sector. "La encontré en la televisión autonómica de Baleares, donde estuve unos tres años". En enero de 2010, la empresa pública inició un expediente de regulación de empleo (ERE). Él no se sentía a gusto en la cadena y se ofreció como voluntario para salir. "Tuve problemas con mi acento, así que preferí irme. Admito que fue una decisión más que suicida, porque la crisis ya era una realidad".

De nuevo en el paro, Toni vio cómo el mercado laboral estaba más que parado. "Durante 2010 no dejé de buscar, pero no conseguí nada. En 2011, estuve tres meses como sustituto en un diario gratuito en Valencia. Y en 2012, hasta que decidí irme, apenas encontré alguna colaboración esporádica. Ya se me había acabado la prestación... Y no lo pensé demasiado, me vine a México".

La idea de hacer carrera fuera de España empezó a rondarle a finales de 2011, cuando ya era una realidad que en su país pocas oportunidades iban a surgir. Al principió dudó si marchar a Inglaterra, por eso de perfeccionar el inglés. "Pensé en trabajar de lo que fuera, estuve a punto de irme a un hotel, pero al final decidí que no iba a renunciar a mi profesión, a ser periodista, así que lo dejé pasar". Como decidió trabajar en el sector de la comunicación, se decantó por buscar entre países de habla hispana. "Me moví por América latina, contacté con periodistas conocidos, y una chica, antigua compañera de clase, me habló de la posibilidad de trabajar en un canal de México".

Y allá se fue. Aterrizó en Ciudad de México el pasado 6 de septiembre. "Ahora, mirándolo con perspectiva, estoy convencido de que si lo hubiera pensado tres veces, no estaría aquí. Me vine frustrado, al no poder seguir desarrollando mi profesión en España tras más de diez años en medios de comunicación. No fue una decisión nada fácil, pero la tomé muy rápido". Contó con el apoyo de su familia y de su pareja, una farmacéutica valenciana, con quien convivía y cuya relación se remonta ocho años atrás. "Su ánimo fue fundamental", añade.

Su llegada a México no fue tan sencilla como preveía. "Tuve problemas con el canal de televisión y al final no firmé contrato. Me sentí engañado, pero no me planteé volver, mi viaje era mínimo para seis meses, el tiempo máximo del permiso de turista".

Se sintió solo, no conocía a nadie y su primera oportunidad laboral se desvaneció nada más llegar. "Al final acabé en una agencia de comunicación, donde genero contenido en las redes para una bebida para deportistas. Aquí hay trabajo, aunque no está muy bien pagado", explica Toni, cuya máxima preocupación ahora gira en torno a su situación en el país: "Cambió la ley migratoria y ahora lo tengo más difícil para regularizar mis papeles. Este cambio estoy convencido que se debe a las políticas de España en inmigración. México se ha cansado del trato a sus ciudadanos y ahora pone problemas a los que venimos. Y sobre todo a los españoles, que hemos llegado en avalancha en las últimas fechas".

Toni admite que echa de menos la vida social de España. "Aquí apenas tengo, es lo que más me falta. Estoy bastante solo. El apoyo de mi gente es básico. Yo, mientras tanto, sigo buscando trabajo en España. Mi ilusión es volver".